
La justicia española decidió este jueves dejar en libertad provisional sin fianza a Iñaki Urdangarin, cuñado del rey Felipe VI de España, condenado a más de seis años de cárcel por corrupción, mientras espera el resultado de su apelación.
Los jueces del tribunal de Palma de Mallorca que lo condenaron la semana pasada fueron finalmente más generosos que el fiscal, que había pedido que Urdangarin permaneciera libre bajo fianza de 200.000 euros.
En virtud del control judicial impuesto, deberá presentarse una vez al mes ante la autoridad judicial del país de residencia, en su caso Suiza, donde vive con la infanta Cristina y sus cuatro hijos desde 2013.
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El exjugador internacional de balonmano deberá comunicar igualmente al tribunal cualquier desplazamiento fuera de la Unión Europea o cualquier cambio de residencia, incluso temporal.
En su resolución, el tribunal valoró que «en ningún momento» del proceso trató Urdangarin de «eludir la acción de la Justicia», y que ha comparecido en «cada uno de los llamamientos, en todas las instancias, y en el día de hoy, a la hora indicada».
El propio Urdangarin viajó desde Ginebra para acudir al tribunal mallorquín y escuchar la decisión. Al concluir, salió con semblante serio y una mochila al hombro y se subió a un coche negro en medio de gritos de «¡Chorizo!», un término despectivo empleado en España para los ladrones.
El portavoz de la asociación Jueces por la Democracia, Ignacio González Vega, consideró en declaraciones a la AFP que la medida cautelar no tiene nada de anormal.
Según él, al no haber riesgo de fuga, «no es imprescindible el hecho de acordar la prisión» antes de la decisión definitiva, pero reconoció que todo esto «hace falta explicarlo a la sociedad».
«Da la sensación de que una persona no va a entrar en prisión, y no es que no va a entrar en prisión, es que simplemente, mientras se tramiten los recursos, se le deja en libertad», explicó.
El marido de la infanta Cristina fue condenado el pasado viernes a seis años y tres meses de prisión y al pago de una multa de 512.000 euros, pero anunció su intención de recurrir la sentencia.
En un caso que hizo tambalear la monarquía española, Urdangarin fue condenado por malversar junto a su ex socio Diego Torres varios millones de euros entre 2004 y 2006 a través del Instituto Nóos, una fundación sin ánimo de lucro que presidía.
La infanta, por su lado, fue absuelta, tras convertirse en el primer miembro de la familia del rey en sentarse en el banquillo de los acusados.
No obstante, fue condenada a una multa de 265.000 euros por su responsabilidad civil como beneficiaria de las ganancias obtenidas por su marido, una suma ya restituida durante el procedimiento.
Por su lado, Diego Torres quedó igualmente en libertad provisional con prohibición de salir de España, entrega de pasaporte y comparecencias en el juzgado el día 1 de cada mes.
Tanto Cristina, de 51 años, como Urdangarin, de 49, han sido excluidos de todos los actos oficiales de la Casa Real.
Pablo Iglesias, líder del partido izquierdista Podemos, tercera fuerza parlamentaria, no tardó en criticar la decisión. «La injusticia es desigual para tod@s. Se escribirán canciones sobre la condena y serán condenad@s sus autores», escribió en redes sociales.
El dirigente de Podemos se refería aparentemente al rapero mallorquín Josep Miquel Arenas, alias ‘Valtonyc’, condenado el miércoles a tres años y medio de prisión por «calumnias» y «amenazas» vertidas en una canción sobre el rey emérito Juan Carlos.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no quiso entrar en valoraciones y se limitó a manifestar su «pleno respeto a las decisiones de los jueces», en una comparecencia de prensa junto al presidente argentino, Mauricio Macri, de visita en España. AFP