
El gobierno de Nicolás Maduro, rechazó este sábado que Estados Unidos señale a Venezuela como un país «vulnerable al lavado de dinero» por la corrupción y crisis económica, entre otros factores.
«Es grave, cuestionable y absolutamente antidemocrático que los Estados Unidos (…) en su pretendido rol de policía supranacional, desconozca y menoscabe los sistemas de prevención y control delictivo de los Estados soberanos», expresó la cancillería venezolana en un comunicado.
El jueves pasado, el Departamento de Estado de Estados Unidos difundió un informe sobre control de narcóticos en el que señala que Venezuela es «vulnerable al lavado de dinero y a los crímenes financieros».
Ello, agrega, por su cercanía con puntos de producción de droga, su estatus de «país de tránsito de droga, combinado con una débil supervisión y aplicación de políticas de anti lavado de dinero, una economía inestable y una corrupción endémica».
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Según el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano, el informe violenta principios fundamentales del derecho internacional, «como la igualdad jurídica de los Estados y la no intervención en los asuntos internos».
«Resulta insólito que (…) un país pretenda imponer al mundo su política de doble rasero, señalando a naciones que están auténticamente comprometidas en el control y lucha contra el tráfico ilegal de drogas ilícitas, mientras fracasa estrepitosamente en su propio territorio», agregó.
El Departamento del Tesoro estadounidense sancionó el 13 de febrero al vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami, congelando los activos que pudiera tener en ese país, al acusarlo de narcotráfico.
El Aissami, respaldado por el gobierno de Maduro, rechazó los señalamientos que calificó de «contumaz agresión». AFP