El Gobierno de El Salvador propuso el miércoles crear un registro con las personas deportadas desde Estados Unidos que tengan antecedentes criminales para evitar que ingresen a las «maras», las poderosas pandillas que han convertido al país centroamericano en uno de los más peligrosos del mundo.
La propuesta es crear una base de datos manejada por la policía con una clasificación por el tipo de delito por el que las personas fueron expulsadas. En casos graves, un juez podría determinar una comparecencia mensual ante la policía, dijo el vicepresidente, Óscar Ortiz, al explicar la medida.
La idea es «garantizar que la persona no está en una actividad ilícita, que se controle que está en un esfuerzo de reinsertarse», dijo Ortiz a periodistas, sin especificar cuándo presentarán la propuesta en el Congreso para su discusión.
Las deportaciones de salvadoreños desde Estados Unidos aumentaron un 13 por ciento en los cuatro primeros meses del año a 6,559 personas, según la Dirección General de Migración.
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Formadas en la década de 1980 en Estados Unidos por inmigrantes centroamericanos, las «maras» se convirtieron en una franquicia del crimen internacional cuando una década después muchos de sus líderes fueron deportados a sus países de origen, principalmente Honduras, El Salvador y Guatemala.
La Mara Salvatrucha y su principal rival Barrio 18, que solo en El Salvador contarían con unos 60.000 pandilleros, libran una guerra por el control de la extorsión, el narcomenudeo y el robo. Aunque operan por toda la región y Estados Unidos, su funcionamiento en cada país es autónomo. Reuters