El Papa Francisco dijo el domingo que Siria se estaba “martirizando” con los continuos ataques que matan a civiles en el distrito oriental de Guta, llamando a una finalización inmediata de la violencia y al acceso a la ayuda humanitaria.
“Todo esto es inhumano”, dijo Francisco a decenas de miles de personas en la Plaza de San Pedro, para su bendición semanal.
El Papa habló horas después de que Naciones Unidas adoptara una resolución para exigir una tregua de 30 días a lo largo de Siria, que permita el acceso a la asistencia y la evacuación médica.
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“En estos días, mis pensamientos han estado usualmente con la amada y martirizada Siria”, dijo, notando que hubo miles de civiles víctimas de la violencia, que ni siquiera ha respetado a los hospitales.
“No se puede combatir el mal con otro mal”, dijo, pidiendo a su auditorio que se uniera en un momento de oración silenciosa.
Francisco pidió un cese inmediato de la violencia para permitir el ingreso de alimentos y medicamentos y la salida de los enfermos y heridos. Reuters
