
La decisión de Estados Unidos de trasladar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén debilita la idea del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer lo que calificó de «acuerdo definitivo», es decir, una paz duradera entre Israel y los palestinos.
¿En qué estado se encuentran las negociaciones?
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La paz con los palestinos está fuera de alcance, 70 años después de la creación de Israel, que ocupa Cisjordania desde 1967 y desde 2008 libró tres guerras contra el movimiento islamista Hamas en la Franja de Gaza, territorio del que se retiró en 2005 pero mantiene bajo bloqueo.
No ha habido negociaciones de paz oficiales desde 2014, cuando fracasaron los esfuerzos del gobierno del anterior presidente estadounidense, Barack Obama, por negociar un acuerdo.
Desde entonces, las dos partes hablaron de nuevas negociaciones en varias ocasiones, sin nunca ponerse de acuerdo. El presidente palestino, Mahmud Abas, acusa a Israel de incumplir sus promesas anteriores y el gobierno israelí se opone a hacer concesiones difíciles pero necesarias para un acuerdo de paz.
¿Cuáles son los problemas?
Los problemas más difíciles siguen ahí desde hace décadas: las colonias israelíes, los refugiados palestinos y el estatuto de Jerusalén. Israel ocupa los territorios palestinos desde hace más de 50 años y construye casas para más de 600.000 colonos en Cisjordania y en Jerusalén Este. La comunidad internacional considera que las colonias son asentamientos ilegales.
El gobierno palestino dispone de una autonomía limitada en las ciudades palestinas de Cisjordania.
Millones de refugiados palestinos viven en Gaza, Cisjordania y en los países vecinos de Israel y reivindican el derecho de regresar a las tierras de las que huyeron sus familias durante la guerra israelo-árabe de 1948.
Israel rechaza categóricamente este derecho. Alega que autorizarlos a volver, aunque sólo fuese a una parte de ellos, equivaldría a su fin como estado. Para los palestinos, la renuncia es impensable.
Sobre Jerusalén, los palestinos e Israel consideran la Ciudad Santa como su capital. Israel tomó el control de Jerusalén Este durante la guerra de 1967, pero la comunidad internacional no reconoce la anexión de la parte oriental de la ciudad.
En diciembre, Donald Trump reconoció Jerusalén como capital de Israel y anunció el traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a la Ciudad Santa, provocando una ruptura entre los dirigentes palestinos.
¿Cuál es el plan de Trump?
El equipo de Trump no se comprometió públicamente, por ahora, con una solución de dos Estados, ni declaró que las colonias fuesen ilegales.
El presidente palestino sigue rechazando hablar con el gobierno de Trump y declaró que Estados Unidos no puede continuar siendo el único mediador entre Israel y los palestinos.
Las relaciones entre estadounidenses y palestinos atraviesan uno de sus peores momentos. Mahmud Abas llamó recientemente «hijo de perra» al embajador estadounidense en Israel designado por Donald Trump. AFP