
El Primer ministro israelí Benjamin Netanyahu inauguró el jueves la nueva línea ferroviaria de gran velocidad entre Jerusalén y Tel-Aviv, que comenzará a funcionar parcialmente el martes y cambiará la vida de muchos israelíes, constató la AFP.
Jerusalén y Tel-Aviv estarán a media hora por tren, lo que beneficiará a muchos israelíes que recorren regularmente los 70 km que separan ambas ciudades, donde se concentra lo principal de la actividad económica y política del país.
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Ante la prensa, Netanyahu habló de una «jornada histórica» y del inicio de una «nueva era».
Las ciudades hasta ahora solo estaban comunicadas por una línea sinuosa que seguía el viejo trazado construído durante la administración británica y se requería al menos hora y media para hacer el trayecto por tren. Si viajaba por carretera, el usuario se exponía a importantes congestionamientos en las horas pico y al estrés del caos vial.
Esta línea ferroviaria solo es operativa por ahora entre la nueva estación de Jerusalén y el aeropuerto internacional Ben Gourion, situado cerca de Tel-Aviv y se requieren 21 minutos para hacer el trayecto.
Catorce años después de lanzado el proyecto en 2004, todavía será necesario hacer trabajos antes de que funcione el tramo entre el aeropuerto Ben Gourion y el centro de Tel-Aviv.
La línea debía inicialmente haber sido inaugurada en 2008, pero las obras hechas bajo supervisión israelí, y con participación de empresas china, italia o rusa, tuvieron muchos retrasos.
Los grupos canadiense Bombardier, español Semi y francés Alstom también participaron en el proyecto. El costo de las obras fue calculado en 1.600 millones de euros.
La nueva línea es presentada por sus promotores como una proeza de ingeniería, pues cruza por el relieve semi-montañoso que rodea a Jerusalén, e incluye 40 kilómetros de túneles y ocho puentes. AFP