
Arabia Saudita no tiene «la menor intención» de imponer un embargo petrolero como en 1973, declaró este lunes el ministro saudí de Energía, en plena crisis de Riad con países occidentales tras la muerte del periodista saudí Jamal Khashoggi.
«Este incidente se superará» afirmó Jaled al Faleh en entrevista a la agencia rusa Tass.
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«Arabia es un país totalmente responsable. Durante décadas hemos utilizado nuestra política petrolera como un utensilio económico responsable (…)» aseguró.
En octubre de 1973, tras la ofensiva egipcia y siria contra Israel, seis países del Golfo miembros de la OPEP aumentaron en 70% los precios del petroleo y decretaron un embargo contra los países occidentales considerados proisraelíes, lo que causó que los precios se dispararan y una crisis mundial.
«Si los precios del petroleo aumentaran demasiado -explica ahora el ministro saudí- ello ralentizaría la economía y generaría una recesión mundial. Arabia ha sido coherente con su política: trabajamos para estabilizar los mercados y facilitar el crecimiento económico mundial».
Las explicaciones de Riad sobre la muerte de Khashoggi, crítico con el régimen, no han convencido en las grandes capitales occidentales. Y ello pese a que Arabia aludió a un «error monumental» para explicar el homicidio del periodista en el consulado saudí en Estambul.
El presidente Donald Trump amenazó a Arabia con un «castigo severo». Riad replicó amenazando con sanciones. Luego, el tono de Trump ha bajado frente a su aliado saudí. AFP