El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo el jueves que sostuvo una “buena” reunión con el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, y destacó que ambos gobiernos “siempre podrán trabajar juntos” con cooperación y sin intervención.
Durante su estadía en Ciudad de México, Barr también se reunió con el fiscal general del país latinoamericano, Alejandro Gertz, y hará lo propio con el canciller Marcelo Ebrard.
La visita a México se da días después de que el mandatario estadounidense, Donald Trump, aseguró que quería incluir a los cárteles mexicanos de la droga en una lista de grupos terroristas.
“Buena reunión con el fiscal general de Estados Unidos, William Barr. Como abogado, comprende que nuestra Constitución nos obliga a ceñirnos a los principios de cooperación para el desarrollo y a la no intervención en política exterior”, escribió López Obrador en su cuenta de Twitter.
“De este modo siempre podremos trabajar juntos”, agregó.
Las preocupaciones sobre la violencia del crimen organizado crecieron el mes pasado, después de que hombres armados asesinaron a tres mujeres y seis niños de una comunidad mormona méxico-estadounidense en el norte del país.
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Más temprano, en su habitual conferencia de prensa, López Obrador dijo que la conversación con Barr se centraría en la cooperación y que durante el encuentro se revisará un documento que servirá como punto de referencia, aunque no proporcionó mayores detalles.
El Departamento de Estado estadounidense anunció el miércoles que está trabajando con el gobierno de México para identificar las “herramientas apropiadas” para ayudarlo a abordar las amenazas de los cárteles de la droga.
La designación de los cárteles de la droga como organizaciones terroristas extranjeras apunta a sus finanzas mediante la imposición de sanciones, pero ha generado preocupaciones en México de que pueda ser utilizada como pretexto para una “intervención” en el país.
De acuerdo con la Ley Contra el Terrorismo, el presidente de Estados Unidos puede hacer uso de la fuerza militar para interrumpir, desmantelar y destruir la infraestructura utilizada por una “organización terrorista”, incluidas las instalaciones de entrenamiento en el extranjero y los refugios seguros. Reuters
