Un día después de las matanzas racistas de Hanau se celebraron vigilias la noche de este jueves en toda Alemania, enfrentada a una amenaza terrorista de extrema derecha cada vez más fuerte.
En Hanau, cerca de Fráncfort, en Hamburgo, Berlín y otras cincuenta ciudades, miles de personas se congregaron el jueves por la noche contra el odio.
«Este ataque me conmocionó. A causa de su historia, Alemania debe ser un ejemplo para Europa y el mundo», dijo en Berlín a la AFP Patrick Knopke, 36 años, frente a la mítica Puerta de Brandeburgo. Los manifestantes formaron una cadena humana.
En Hanau, miles de personas se congregaron en silencio el jueves por la noche, en presencia del presidente de la República Frank-Walter Steinmeier que les dijo: «¡Muestren solidaridad!».
«El racismo es un veneno, el odio es un veneno. Y este veneno existe en nuestra sociedad», lamentó la canciller Angela Merkel, recordando una serie de asesinatos y atentados de las últimas dos décadas ligados al terrorismo de extrema derecha y al fanatismo religioso.
El presunto atacante, Tobías R., un alemán de 43 años, fue hallado sin vida en la mañana de este jueves en su apartamento, junto al cuerpo de su madre, muerta por disparos, lo que lleva a un total de 11 fallecidos.
– Víctimas de origen turco y kurdo kurdo –
Las víctimas, algunas de las cuales son de origen o nacionalidad extranjera, tenían entre 21 y 44 años, según la fiscalía. Un bosnio y un búlgaro figuran entre los fallecidos.
Cinco turcos figuran entre las víctimas, anunció el jueves por la noche un consejero allegado a Recep Tayyip Erdogan.
Entre los muertos hay «varias víctimas de origen kurdo», según un comunicado de la Confederación de las Comunidades del Kurdistán en Alemania.
La fiscalía antiterrorista está investigando si el autor tuvo algún cómplice para llevar a cabo estos ataques, cuyo móvil es «profundamente racista».
La primera matanza tuvo como blanco el miércoles por la noche un bar de narguilé, el Midnight, en el centro de Hanau, ciudad de unos 100.000 habitantes y a 20 km de Fráncfort.
Luego el atacante partió en automóvil a otro establecimiento, el Arena Bar, en el barrio de Kesselstadt, donde disparó contra quienes estaban en la zona de fumadores, matando a otras cinco personas, entre ellas una mujer.
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El presunto autor, que siguió una formación de consejero financiero después de cursar estudios de gestión, dejó un video y un manifiesto de 24 páginas, que la AFP pudo consultar.
En él, hace un llamamiento a «exterminar» la población de al menos 24 países, entre ellos los del norte de África, Oriente Medio, Israel o el sur de Asia. Introduce tesis raciales, y asegura que ha estado vigilado por los servicios secretos desde su infancia.
Los investigadores también encontraron su automóvil, que contenía municiones y cargadores. El sospechoso tenía licencia de caza.
– Terrorismo de extrema derecha –
Este jueves, una decena de personas se concentraron frente a los locales. Algunas lloraban.
«Conocía bien a la gente que estaba en este bar. No es normal lo que pasó, podría haber sido yo», dijo a la AFP Ahmed, un vecino del barrio de 30 años.
Los titulares de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen; de la Eurocámara, David Sassoli; y del Consejo Europeo, Charles Michel, se dijeron «conmocionados» por la tragedia y condenaron el «odio» y la «violencia».
La amenaza de un terrorismo de extrema derecha preocupa cada vez más a las autoridades alemanas, sobre todo desde el asesinato de un diputado alemán favorable a los migrantes, del partido de Merkel en junio pasado.
El viernes, 12 miembros de un grupúsculo de extrema derecha fueron arrestados como parte de una investigación antiterrorista. Se cree que planearon ataques a gran escala contra mezquitas imitando al autor del doble atentado de Christchurch, en Nueva Zelanda, que en marzo de 2019 mató a 51 personas en dos mezquitas y lo transmitió en directo.
En octubre, un extremista que negaba el Holocausto intentó atacar una sinagoga en Halle. Como no fue capaz de entrar al edificio religioso en el que los fieles se habían atrincherado, le disparó a una transeúnte y al cliente de un restaurante de kebab, y lo difundió en directo por internet.
Actualmente, los servicios de inteligencia vigilan a 50 personas vinculadas al movimiento de extrema derecha y consideradas un «peligro para la seguridad del Estado». AFP