El presidente turco Recep Tayyip Erdogan instó el viernes a su homólogo ruso Vladimir Putin a «frenar» el régimen sirio en la provincia rebelde siria de Idlib, en el corazón de una intensa actividad diplomática, destinada a poner fin a los combates y a una situación humanitaria desastrosa.
La ofensiva llevada a cabo por el régimen del presidente Bashar Al Asad con el apoyo de Moscú para recuperar Idlib, último bastión rebelde en el noroeste del país, socavó gravemente el entendimiento entre Erdogan y Putin, que cooperaban estrechamente para poner fin al conflicto en Siria, donde, sin embargo, apoyan a bandos opuestos.
En una entrevista telefónica con Putin, Erdogan «subrayó que el régimen debe ser frenado en Idlib y que la crisis humanitaria debe terminar», declaró la presidencia turca en un comunicado.
Erdogan destacó además que una solución a la explosiva situación en Idlib pasa por «la plena aplicación del acuerdo de Sochi», patrocinado en 2018 por los dos dirigentes para acallar las armas en la provincia, pero vacilante desde hace varias semanas, según la misma fuente.
La presidencia turca añadió que «ambos dirigentes afirmaron su compromiso de respetar todos los acuerdos».
Por su parte, Putin aseguró el viernes a Erdogan que «está seriamente preocupado» por las «acciones agresivas» de los yihadistas en Idlib, dijo el Kremlin en un comunicado.
Ambos acordaron «intensificar las consultas bilaterales sobre Idlib para reducir las tensiones, garantizar un alto el fuego y neutralizar la amenaza terrorista», agregó.
Antes de esta reunión, Erdogan habló por teléfono sobre la situación en Idlib con los dirigentes franceses Emmanuel Macron y alemana Angela Merkel, a quienes pidió que «adoptaran medidas concretas para evitar una catástrofe humanitaria», según la presidencia turca.
– Determinante –
El jueves, la cancillería alemana había anunciado que Merkel y Macron expresaron su «preocupación» por la «situación humanitaria catastrófica» en Idlib en una entrevista telefónica con Putin, cuyo país es el principal apoyo del régimen de Damasco.
En Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó el viernes que se discute «la posibilidad de que se celebre una cumbre», pero matizó que «todavía no hay ninguna decisión clara al respecto».
La noche del viernes, Macron pidió que se celebre la cumbre «lo antes posible» con Alemania, Rusia y Turquía para detener los combates. Existe «riesgo de una catástrofe humanitaria, una escalada del conflicto y una crisis migratoria», advirtió.
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En virtud de un acuerdo alcanzado con Rusia, Turquía, que apoya a grupos rebeldes, cuenta con doce puestos de observación militares en Idlib, varios de los cuales están en zonas que reconquistó recientemente el régimen sirio, gracias a la ofensiva lanzada en diciembre con el apoyo de la fuerza aérea rusa.
El jueves, Turquía anunció que dos de sus soldados fueron abatidos en un bombardeo aéreo atribuido al régimen sirio, con lo que ya serían 16 los militares turcos muertos en el noroeste de Siria en lo que va de mes.
Desde entonces, Turquía y Rusia no han dejado de alzar el tono, y ahora se teme que ambos países acaben enfrentándose sobre el terreno, pese a su estrecha colaboración en el caso de Siria desde 2016.
Unas 900.000 personas, mayoritariamente mujeres y niños, huyeron de la zona desde diciembre, según la ONU.
– Enorme sufrimiento –
Ahora Turquía teme que la situación en esa región, fronteriza con Turquía, degenere en una nueva ola de refugiados, pues ya acoge a más de 3,6 millones de sirios.
Los líderes de la Unión Europea exigieron este viernes en Bruselas el cese de la ofensiva militar en Idlib, una intervención «inaceptable» que ha provocado un «enorme sufrimiento humano».
El jueves, el ejército ruso indicó que había llevado a cabo bombardeos para repeler un ataque de facciones armadas apoyadas por Ankara contra posiciones del régimen sirio, e instó a Turquía a «dejar de apoyar las acciones de grupos terroristas y de darles armas».
Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), grupos apoyados por Turquía habían lanzado una ofensiva en la región de Al Nayrab, al sur de Idlib, que dejó 25 combatientes muertos en ambos bandos.
La artillería turca bombardeó posiciones del régimen para apoyar el ataque, señalaron el OSDH y Rusia.
Erdogan ha pedido varias veces a las fuerzas de Al Asad que se retiren de algunos sectores de Idlib antes de febrero, so pena de recurrir a la fuerza. AFP