Que un político estadounidense alabe algún aspecto del «enemigo» gobierno cubano puede costarle caro.
El precandidato demócrata Bernie Sanders, quien de momento lleva la delantera dentro del partido para conseguir la nominación de cara a la carrera por la Casa Blanca, fue cuestionado por sus rivales este martes luego de haber hablado positivamente de la campaña de alfabetización de Fidel Castro en una reciente entrevista.
Sobre el escenario del décimo debate entre los candidatos del Partido Demócrata, celebrado en Charleston (Carolina del Sur), Sanders se defendió en un momento que constituyó uno de los más agitados de la noche.
Y decidió atribuirle sus palabras al ex presidente demócrata Barack Obama.
Luego de decir que «Cuba es una dictadura también», continuó añadiendo que solo repitió lo mismo que dijo Obama, que «Cuba progresó en cuanto a la educación y el cuidado de la salud».
«Sería una buena idea ser honestos acerca de nuestra política exterior. Estados Unidos ha derrocado a gobiernos en todo el mundo, en Chile, en Guatemala, en Irán», prosiguió.
«Y cuando las dictaduras, ya sean la china o la cubana, hacen algo bueno, hay que reconocerlo, pero no hay que intercambiar cartas de amor con ellos», finalizó alterado.
¿Cómo lo confrontaron los demás candidatos?
La postura de Sanders enfureció al candidato Joe Biden, quien fue vicepresidente en el gobierno de Obama y se apresuró a desmentir a su contendor.
«[Obama] No sugirió que hubiese nada positivo sobre Cuba (…) reconoció el tema de la esperanza de vida, pero, y déjenme ser claro, nunca alabó a un régimen autoritario», dijo Biden.
En un clip de video editado compartido en el Twitter de Bernie Sanders, aparece el ex mandatario Obama diciendo: «Le dije al presidente Castro en Cuba… han progresado mucho en cuanto a la educación de los niños. Cada niño en Cuba obtiene una educación básica, eso representa una gran mejora con respecto a lo que era antes».
Y continúa: «Los cuidados médicos… la esperanza de vida de los cubanos es equivalente a la de los estadounidenses pese a ser un país muy pobre y eso es debido a que tienen acceso a la salud… ese es un gran logro por el que se les debería felicitar».
Tras la intervención de Biden, lo que siguió en el debate demócrata fue un intercambio de interrupciones entre Sanders y el candidato Pete Buttigieg en una discusión que generó aplausos para el ex alcalde de 38 años.
«No me entusiasma un posible escenario en el que todo se reduzca a Donald Trump y su nostalgia por el orden social de los ’50 y Bernie Sanders y su nostalgia por las políticas revolucionarias de los ’60», comentó Buttigieg.
«Esto se trata del año 2020», añadió. «No vamos a sobrevivir o tener éxito, y ciertamente no vamos a ganar reviviendo la Guerra Fría, y no vamos a ganar esos puestos clave en el Senado y en la Cámara si quienes compiten por los escaños tienen que explicar por qué el candidato del partido demócrata está diciéndole a la gente que mire el lado bueno del régimen de Castro».
¿Qué dijo Sanders sobre Cuba en la polémica entrevista?
En una entrevista con el programa 60 Minutes de la cadena CBS el domingo Sanders fue increpado sobre comentarios positivos sobre Cuba que hizo en la década de 1980.
El programa mostró un clip de video de esa época que mostraba a Sanders diciendo que Castro «alfabetizó a los niños, les dio cuidados de salud, transformó totalmente la sociedad».
A lo que Sanders respondió durante la entrevista: «Nos oponemos a la naturaleza autoritaria de Cuba pero es injusto decir que todo es malo. Cuando Fidel Castro llegó al poder implementó un programa de alfabetización masivo, ¿es eso algo malo?».
El periodista contestó diciéndole que «muchos disidentes políticos» fueron encarcelados en Cuba.
A lo que Sanders respondió: «Es correcto, y eso lo condenamos. Contrario a Donald Trump (…) no creo que Kim Jong-Un [líder norcoreano] sea un buen amigo. No intercambio cartas de amor con un dictador asesino. Vladimir Putin [presidente ruso], no es un gran amigo mío».
Sanders, quien es senador por el estado de Vermont, se define como socialista demócrata y de momento ganó las primarias en Nuevo Hampshire y Nevada y prácticamente empató con Buttigieg en los caucus de Iowa.
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¿Qué reacciones hubo?
Las reacciones negativas ante las opiniones de Sanders no se hicieron esperar, especialmente en el sur del estado de Florida, que concentra la población más numerosa de cubanos y cubano-estadounidenses en el país.
Las representantes demócratas por Florida en la Cámara Debbie Murcasel-Powell y Donna Shalala rápidamente criticaron al candidato.
«Espero que en el futuro, el senador Sanders se tome el tiempo para hablar con algunos de los electores de mi distrito antes de decidir halagar a un tirano asesino como Fidel Castro», escribió Shalala en Twitter.
Periódicos de tirada nacional, a su vez, publicaron columnas de opinión que expresaron rechazo ante las palabras del senador.
En una escrita por la cubana Fabiola Santiago en el Miami Herald, la columnista habla sobre su historia personal y describe cómo su madre fue «obligada a renunciar al oponerse a enseñar un dogma comunista» a sus estudiantes.
Continúa contando cómo le pidieron que escribiera «un ensayo brillante» sobre Castro mientras era estudiante.
En Cuba, el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista, publicó un artículo este miércoles en el que destaca que Sanders «reconoce los aportes de Cuba en educación y salud», aunque agregó que «sus elogios hay que mirarlos con cautela».
¿Cómo se valora el sistema educativo de Cuba?
La educación es uno de los grandes orgullos del gobierno cubano, cuyo sistema de enseñanza público también ha sido reconocido a nivel mundial en el pasado.
Entre los logros que se suelen reseñar está la campaña nacional llevada a cabo en 1961, cuando miles de personas recorrieron los rincones más recónditos del país para ayudar a aprender a leer y escribir a población analfabeta de aquella época.
Antes de la revolución, ya Cuba tenía el índice de analfabetismo más bajo de América Latina, aunque casi el 40% de la población rural no sabía leer ni escribir.
Actualmente, según datos del gobierno, el índice de analfabetismo en el país se redujo al 0,2 % de la población.
La educación en el país es obligatoria hasta el nivel secundario y los estudiantes reciben uniformes, libros y material escolar de forma gratuita.
En los últimos años, la falta de maestros ha llevado a que la enseñanza en muchas escuelas se haga a través de programas grabados de televisión.
Los críticos del gobierno señalan que el sistema se basa en el adoctrinamiento de los estudiantes, que deben aprender y repetir consignas, pertenecer a organizaciones comunistas o acudir a marchas políticas y celebraciones militares de forma obligatoria.
Los padres no pueden elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos y el gobierno es el único encargado de aprobar los métodos de enseñanza.
El estudio del marxismo y la «preparación militar» es obligatorio desde la educación media y los maestros solo tienen permitido enseñar autores que sean avalados por el sistema político (aunque algunos lo desafían).
En ciertos niveles, el acceso a la enseñanza se limita a la condición de «ser revolucionario» y de seguir ciertos lineamientos ideológicos y numerosos estudiantes han sido expulsados de la universidad por expresar criterios contrarios al gobierno.
En el pasado, tener el pelo largo o ser homosexual era motivo suficiente para ser expulsado de la universidad. BBC News