Autoridades estadounidenses dijeron que cerraron el viernes el concurrido puente fronterizo Ciudad Juárez-El Paso después de que más de cien inmigrantes, en su mayoría cubanos, intentaran cruzar en respuesta a un fallo judicial que suspendió una política de asilo.
Previamente, un tribunal de apelaciones determinó bloquear una de las políticas de inmigración distintivas del presidente Donald Trump que, según su administración, ayudó a frenar el flujo migratorio en la frontera sur y obligó a decenas de miles a esperar en México.
La noticia se difundió en redes sociales y un testigo de Reuters vio a inmigrantes en el lado mexicano de la frontera dirigiéndose hacia el puente mientras algunos funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos se preparaban para evitar el paso.
“He estado esperando en Juárez durante diez meses”, dijo un solicitante de asilo cubano, quien se negó a dar su nombre. “No me importa cuánto tiempo tenga que esperar aquí para que nos dejen pasar”.
CBP confirmó en su cuenta de Twitter que había cerrado el Puente Internacional Paso del Norte para evitar que un grupo de migrantes ingresara ilegalmente y a la fuerza a Estados Unidos.
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Más tarde, el viernes, la administración Trump dijo en una moción de emergencia que al menos 25,000 migrantes enviados de regreso a través del programa todavía estaban en México y que detenerlo “podría provocar un apuro en la frontera sur”.
En respuesta, la corte de apelaciones suspendió su decisión para permitir que la administración solicite a la Corte Suprema de Estados Unidos que se ocupe del tema.
A pesar de que algunos migrantes se fueron, decenas todavía estaban presentes cuando CBP tuiteó que el puente permanecería cerrado durante la noche.
El puente fue reabierto el sábado por la mañana. Reuters
