El crucero «Zaandam», con muertos y afectados por el nuevo coronavirus, y su buque asistente «Rotterdam» cruzaron este lunes el Canal de Panamá con rumbo incierto, tras el rechazo inicial a recibirlos de las autoridades de Fort Lauderdale, en Estados Unidos, adonde planeaban dirigirse.
El Canal de Panamá «cierra un día extraordinario (…) Mi reconocimiento y agradecimiento a todos los que apoyaron este acto humanitario», escribió en su cuenta de Twitter la subadministradora de la vía interoceánica, Ilya Marotta, tras la salida del «Rotterdam» al Mar Caribe.
Más de dos horas antes había hecho lo propio el «Zaandam», el primero de los dos barcos en concluir la travesía por la ruta panameña, luego de completar sus operaciones de transbordo de pasajeros y abastecimiento de suministros.
«Ahora, surge la pregunta de qué puerto los acogerá y bajo qué condiciones», dijo a la AFP Gurvan Le Pavec, un francés cuyos padres están a bordo del crucero.
«El primer objetivo anunciado y al que apunta la compañía es Fort Lauderdale», pero «el alcalde de la ciudad (Dean Trantalis) tuiteó que eso solo ocurriría si las autoridades estadounidenses locales garantizan un plan para proteger a la comunidad local», indicó Le Pavec.
Por tanto, ese destino «aún no es seguro», agregó.
El domingo, Orlando Ashford, presidente de la compañía Holland America Line, a cargo de las embarcaciones, manifestó en un video que el recorrido de ambas naves es «hacia el este de Florida», donde está ubicado Fort Lauderdale.
Sin embargo, pocas horas antes Ashford había dicho que la compañía estaba «intentando determinar» adónde iban a llevar los barcos.
La situación es «difícil y sin precedentes» y «todo mi equipo ha estado trabajando en esto 24/7 con agencias gubernamentales» para «asegurarnos de que no se deja una piedra sin mover para ver cómo podemos manejar de forma segura» el regreso de los viajeros sus hogares, había indicado Ashford.
– «Es inaceptable» –
La compañía Holland America Line anunció el viernes la muerte de cuatro pasajeros mayores en el «Zaandam» durante su viaje, sin precisar la causa. Otros dos, informó, están infectados por el nuevo coronavirus y 138 reportaron síntomas de gripe.
Ahora los navíos pretenden llegar hasta Fort Lauderdale, pero el alcalde Trantalis rechaza su presencia porque «no se han dado las garantías» para que los viajeros pasen a una cuarentena o sean escoltados desde el barco a un centro de asistencia.
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«Hay muchas bases navales en la costa Este a las que esta nave podría llegar para ser atendida en un entorno mucho más controlado», agregó el alcalde.
Mientras tanto, la estadounidense Laura Gabaroni desde el Rotterdam sentenció: «Cuatro personas están ahora muertas, y eso está en la conciencia de todas las personas que a lo largo del camino nos rechazaron».
«Lo que necesitamos más que nunca en este momento es un lugar para atracar», añadió a la AFP.
– «Un verdadero desafío» –
El «Zaandam» zarpó de Buenos Aires el 7 de marzo con unas 1.800 personas de múltiples nacionalidades a bordo hacia San Antonio, en la costa central de Chile.
Sin embargo, se vio obligado a alterar su recorrido hacia Panamá ante el cierre de puertos y fronteras decretados por los gobiernos sudamericanos para contener la expansión del coronavirus.
En el país centroamericano sus autoridades sanitarias le negaron la travesía por el Canal, pero permitieron al crucero recibir asistencia del buque «Rotterdam», desplazado desde San Diego, Estados Unidos, con suministros, personal y kits de prueba del virus.
Panamá también dio el visto bueno al transbordo en altamar desde el «Zaandam» al «Rotterdam» de un grupo de 400 personas sin síntomas del nuevo coronavirus.
Según una fuente oficial consultada por la AFP, los pasajeros fueron repartidos entre los dos barcos para descargar el «Zaandam» ya que «parte de la tripulación está en cuarentena y no tiene capacidad total».
El objetivo de esta redistribución era «facilitar el aislamiento y poder gestionar mejor a las personas con síntomas (…) es un verdadero desafío», añadió la fuente. AFP