Samuel Suárez, un joven médico venezolano que huyó del colapso económico de su país hace dos años y emigró a Ecuador, ahora dice que está aprovechando esa experiencia para ayudar a las personas vulnerables en su nuevo hogar en medio del brote del coronavirus.F
Millones de venezolanos emigraron a otros países sudamericanos en los últimos años para escapar del hambre y la violencia. Pero, ahora algunos de los 400.000 venezolanos que vivían en Ecuador están regresando a sus hogares, según las autoridades, ya que la estricta cuarentena los ha dejado sin trabajo y sin vivienda.
Sin embargo, algunos de los residentes están estado ayudando al Gobierno ecuatoriano en su combate a la pandemia, trabajando en el cuidado de la salud de la población vulnerable en lugares remotos del país.
“Los migrantes son personas muy fundamentales para cualquier crisis porque ellos están acostumbrados a la crisis”, dijo Suárez, de 27 años, en una entrevista por videollamada desde Guayaquil, la ciudad más grande del país y epicentro del brote.
Suárez trabaja en una clínica de diálisis en Guayaquil por la mañana y luego realiza vistas médicas en su barrio al norte de la ciudad, donde revisa síntomas de coronavirus e informa de cómo evitar el contagio. Antes, lo hacía en una comunidad remota en el norte del país.
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Ecuador reportó el martes unos 24.258 casos confirmados, de los cuales unas 871 personas han fallecido y otras 1.212 se registran como probables muertes por COVID-19. Pero, el Gobierno ha dicho que el número de fallecidos es mucho mayor que los oficialmente reportados.
El brote ha abrumado el sistema de salud de Guayaquil y ha dejado a muchas familias con los cadáveres por días en sus hogares y por horas en las calles, debido a la escasos espacios en las morgues de los hospitales y los cementerios.
La Oficina de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Ecuador confirmó que médicos y enfermeras venezolanas están prestando sus servicios en el país durante la pandemia.
“Lo que falta muchas veces es un entendimiento de que las personas refugiadas y migrantes no son una carga para la sociedad, sino que viene con estudio, vienen con experiencias profesionales y que pueden ayudar”, dijo María Clara Martin, representante de la agencia en Ecuador. Reuters