Según el nuevo informe (que no se había actualizado desde julio) del Instituto Superior de Salud sobre la mortalidad por Covid, el virus que puso al mundo de rodillas habría matado mucho menos que una gripe común.
Parece una afirmación extraña y nada vax, pero según la muestra estadística de historias clínicas recopiladas por el instituto, sólo el 2,9% de las muertes registradas desde finales de febrero de 2020 serían por Covid 19.
Así que de las 130.468 muertes registradas por Las estadísticas oficiales en el momento de la elaboración del nuevo informe sólo serían 3.783 debidas al poder del propio virus. Porque todos los demás italianos que perdieron la vida tenían de una a cinco enfermedades que, según la ISS, por lo tanto, ya les dejaban pocas esperanzas.
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Quisiera confiar en nuestros científicos, luego voy a leer las dolencias enumeradas que no serían motivo secundario para la pérdida de tantos italianos y empiezo a alimentar algunas dudas profanas.
Según la ISS, el 65,8% de los italianos que ya no están después de infectarse con Covid estaban enfermos de hipertensión arterial, es decir, tenían presión arterial alta. El 23,5% también estaba demente, el 29,3% añadió un poco de diabetes a sus dolencias, el 24,8% también fibrilación auricular. Y eso no es todo: el 17,4% ya tenía los pulmones enfermos, el 16,3% había tenido cáncer en los últimos 5 años; El 15,7% padecía insuficiencia cardíaca, el 28% padecía cardiopatía isquémica, el 24,8% padecía fibrilación auricular, más de uno de cada diez también eran obesos, más de uno de cada diez tenía un ictus, y otros, aunque en menor porcentaje, tenían graves problemas de hígado, diálisis y enfermedades autoinmunes.
