Continúa discurso de «lavado de manos» por parte del presidente de México, Andrés Manuel López, quien tiene ya como costumbre, culpar al «pasado» de la fatal realidad que ha creado para sus gobernados.
A medida que incrementa la ya insostenible inseguridad en el país, el presidente López se ha contentado con culpar a los gobiernos anteriores, que dijo fomentaron la corrupción, la impunidad y el abandono del pueblo. Cuando desde la perspectiva de los mexicanos, nunca antes se había registrado tanta corrupción, impunidad y abandono del pueblo, como durante el presente sexenio.
Aunque se intenta disfrazar el desprecio de los mexicanos para su mandatario, con encuestas que pocos, muy pocos creen, el sentir de los mexicanos es de cansancio, desesperación e impotencia por las decisiones de quien está encabezando un gobierno que debe obedecer al pueblo y los está aplastando.
El gobierno reconocido a nivel internacional como de izquierda radical, aseguran los mexicanos, está destruyendo una nación que se construyó con mucho esfuerzo durante los 90 años anteriores.sr490