Otro de los «herederos» de gobernantes que pregonan la decencia y la humildad, contrastan con las palabras de sus padres y a disfrutar la vida y la opulencia a costa de la miseria del pueblo.
Esta vez tocó el turno a Nicolasito Maduro, hijo del dictador latinoamericano, Nicolás Maduro, quien ha sido exhibido en sus lujosas vacaciones por Bangkok, Tailandia. En donde se pasea a la par de la realiza: sin límites de gastos, disfrutando la gastronomía exótica del país y desde luego, escoltado, para al menos, pretender no pasar desapersibido.
Este es un caso mas de las burlas que algunos mandatarios que aseguran ser prácticamente hijos del pueblo, sufriendo las mismas miserias de las masas y habiendo renunciado a la opulencia. Grandes mentiras que sus propios hijos se encargan de poner en evidencia.
Antes fue el hijo del presidente mexicano, Andrés Manuel López, quien le restregó al pueblo gobernador por su padre, que lo único que les faltaba para vivir como «reyes», era tener un pueblo que les mantuviera los caprichos. Hoy tocó el turno al hijo de Nicolás Maduro, gobernante venezolano, quien como el mexicano, no se cansa de engrandecer la carencia de bienes materiales, porque al final, pregonan: eso no es lo que vale.
Pero para sus hijos y para ellos mismos, pero a «escondidas», la realidad es muy distinta: muera el pueblo y sus derechos; viva la vida de gobernantes y sus familias. sr490.com