“Mientras lloramos a los niños de Uvalde hoy, debemos tomarnos un tiempo para reconocer que han pasado dos años desde el asesinato de George Floyd bajo la rodilla de un oficial de policía”.
Así lo escribió ayer miércoles el ex presidente, Barack Obama, refiriéndose a la masacre en Robb Elementary School en Uvalde, Texas. Teniendo una violenta respuesta por parte de los usuarios de Twitter, al considerar que aprovechó la segunda peor masacre en la historia del país en una escuela primaria, para seguir con la explotación de un racismo que pretenden utilizar electoralmente los demócratas.
“Después de su asesinato, una nueva generación de activistas se levantó para canalizar su angustia en la acción organizada, lanzando un movimiento para crear conciencia sobre el racismo sistémico y la necesidad de una justicia penal y una reforma policial”, continuó Obama en su tuit, que le ha convertido en un insensible abusador de la desgracia para su propio beneficio político.
El derramamiento de sangre en Uvalde ocurrió un día antes de los dos años de la muerte de George Floyd, lo que provocó disturbios civiles en todo el país en 2020 después de que las imágenes virales mostraran al oficial de policía de Minneapolis, Derek Chauvin, arrodillado sobre él. Chauvin por cierto, fue condenado por tres delitos del mismo acontecimiento.sr490.com