La decisión de la Unión Europea (UE), por pretender afectar a Rusia renunciando a las importaciones energéticas desde ese país, a los del bloque, está constando más que trabajo, la cosecha de reacciones negativas de los pueblos afectados.
Este lunes, Ursula von der Leyen, presidente de la Comisión Europea, ha anunciado lo que denomina trabajo en una «intervención de emergencia», que reformaría el mercado eléctrico de los europeos miembros del bloque, porque desde su punto de vista, las circunstancias de cómo se manejaba este mercado han cambiado.
Según la funcionaria, el mercado energético se diseñó desde hace tiempo y en circunstancias totalmente diferentes a las presentes. Los residentes del bloque han reaccionado de inmediato, denunciando su repruebo a que ahora las circunstancias simplemente son diferentes porque el bloque decidió afectar a Rusia, sin considerar las afectaciones a la ciudadanía.
Durante un discurso en Eslovenia, Von der Leyen resaltó el incremento a los precios de electricidad que sufren los países de la Unión Europea, pero en ningún momento se refirió a que esto es consecuencia de cerrar la llave que les abastecía desde Rusia.