Criticable y señal de desesperación las manos «limpias y experiencia», con que Beatriz Paredes intentó destacarse de Santiago Creel y Xóchitl Gálvez, en Durango.
En opinión de usuarios de redes sociales, Paredes utilizó el espacio para intentar sobresalir de entre quienes buscan, como ella, coordinar al Frente Amplio por México (FAM), pero rayando en la agresión, principalmente contra Xóchitl que es la puntera y favorita para militantes y no militantes de los partidos que conforman esta alianza.
Muchos han dicho que los tiempos de Paredes para aspirar a la presidencia son cosa del pasado, cuando las condiciones estaban dispuestas para escuchar los claros discursos de la priista, porque tampoco se trata de no reconocer sus capacidades discursivas, pero que hoy no son suficientes para ganarse los votos, principalmente de los abstencionistas, que se cuentan por millones.
Por aquello de su gran trayectoria, se le ha recordado a Beatriz Paredes que solamente en su paso como gobernadora de Tlaxcala de 1987 a 1992, se colocó en gestión, pero desgraciadamente registrando retroceso en educación y derechos humanos, cuando creció de manera extraordinaria la trata de personas en el estado. De acuerdo a la Revista Etcétera.
Desde entonces y a la fecha han transcurrido 31 años y no es lo mismo aquellos años en Tlaxcala con nada buenos resultados, que la realidad del país hoy en día. Entonces, ¿Dónde queda la experiencia?. El país ya no es el mismo y con toda la habilidad en el discurso, ya no es suficiente para conquistar votos.