Al finalizar su discurso, el reelecto presidente de El Salvador, Nayib Bukele, volvió a escribir una nueva página en la historia de su país, cuando hizo una solicitud a los diplomáticos y embajadores presentes:
«Nuestro país es pequeño. No tenemos riquezas naturales, ni recursos explotables, y somos muy pobres en comparación con los gigantes del mundo».
Continúo el gobernante: «Los salvadoreños están abriendo su propio camino, y queremos ser amigos de todos y respetar a todos».
Bukele fue contundente y de una forma por demás diplomática, dejó claro que El Salvador no necesita nada de los organismos internacionales y gobernantes de otras naciones: «Pedimos nada de ustedes, ni dinero, ni donaciones, ni ayuda internacional. Lo único que pedimos es RESPETO.»