El fin de la dictadura en Venezuela ha preocupado tanto a Nicolás Maduro, que opta por despedir del país las oficinas defensoras de derechos humanos de la ONU.
Mientras que las izquierdas están siendo despedidas de cada pueblo desencantado de sus políticas de enriquecimiento desmedido de los del poder y hambre generalizada para el pueblo, además de la hipocresía que le caracteriza, Venezuela vive los coletazos de un régimen que caerá, porque caerá, dicen analistas internacionales.
Venezuela suspendió el jueves las actividades de la oficina de derechos humanos de la ONU en el país y ordenó a su personal que se fuera en un plazo de 72 horas, pocos días después de que las autoridades detuvieran a la destacada activista Rocío San Miguel.
La agencia de las Naciones Unidas había expresado “profunda preocupación” en X por la detención de la activista de derechos humanos apenas dos días antes y pidió su “liberación inmediata”.
San Miguel, de 57 años, fue detenida el viernes pasado en la zona de inmigración de un aeropuerto de Caracas, lo que desató la indignación internacional.
Los fiscales la han acusado de “traición” y “terrorismo”. /www.tictacnews.us