El Senado controlado por los demócratas no logró aprobar un proyecto de ley patrocinado por el Partido Republicano que impediría que los extranjeros ilegales fueran contabilizados como parte del censo, que determina el número de escaños en la Cámara que se asigna a cada estado.
El senador Bill Hagerty (R-TN) presentó una enmienda al paquete de gastos de 460 mil millones de dólares, estipulando que la Oficina del Censo debe incorporar una pregunta sobre ciudadanía en todos los próximos censos. Además, la propuesta prohibiría que las personas que no sean ciudadanos estadounidenses sean contabilizadas para fines de distribución de distritos del Congreso y del Colegio Electoral.
La propuesta no sólo excluiría del censo a los inmigrantes legales con visas temporales y tarjetas de residencia, sino que también apunta particularmente a impedir el conteo de inmigrantes ilegales. La medida surge en respuesta a la afluencia de millones de nuevas entradas a Estados Unidos después de que el presidente Joe Biden desestimara casi todas las políticas de inmigración y seguridad fronteriza del expresidente Donald Trump en su primer día en el cargo.