El juez de la Corte Suprema de Estados Unidos, Brett Kavanaugh, fue cerrado por sus colegas por un caso que cuestionaba las apuestas deportivas en línea.
El tribunal más alto del país rechazó una petición de dos compañías de juego rivales, West Flagler Associates y Bonita-Fort Myers Corporation, solicitando que los jueces declaren inconstitucional un acuerdo entre la tribu Seminole de Florida y el gobernador Ron DeSantis, que otorgaba a la tribu la autoridad exclusiva para operar juegos de casino y apuestas deportivas móviles en Florida.
Sin embargo, Kavanaugh, que había indicado anteriormente que pensaba que la cuestión tenía valor, votó a favor de aprobar la petición a pesar de que la mayoría de los jueces decidieron concluir la batalla legal sobre el pacto. El único voto de Kavanaugh es insuficiente para que se concedan los argumentos orales en el caso de Florida porque la Corte Suprema necesita el apoyo de al menos cuatro jueces para conceder el certiorari antes de asumir un caso.