El miércoles, la administración Biden obtuvo una victoria técnica, pero significativa en un año electoral cuando la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó que la Casa Blanca y las agencias federales, incluido el FBI, pueden continuar instando a las plataformas de redes sociales a eliminar contenido que el gobierno considere información errónea.
El Departamento de Seguridad Nacional puede seguir señalando publicaciones de empresas de redes sociales como Facebook y X que cree que pueden ser obra de agentes extranjeros que buscan perturbar la campaña presidencial de este año. Esta decisión es de importancia inmediata.
En un fallo de 6 a 3, el Tribunal se negó a abordar las cuestiones importantes de la Primera Enmienda que planteaba el caso y concluyó en cambio que el estado y los usuarios de las redes sociales que se oponían a la administración de Biden carecían de autoridad legal para presentar una demanda.
La opinión fue escrita por la juez Amy Coney Barrett y estuvo compuesta por el presidente del Tribunal Supremo John Roberts, los jueces Sonia Sotomayor, Elena Kagan, Brett Kavanaugh y Ketanji Brown Jackson. Los jueces Neil Gorsuch y Clarence Thomas se unieron al juez Samuel Alito para redactar una opinión disidente.