Elon Musk ha advertido que: “La guerra civil es inevitable”, ya que el brutal asesinato de tres niñas ha provocado los peores disturbios que el Reino Unido ha visto en más de una década.
Los principales medios de comunicación se apresuran a etiquetar estos eventos como “disturbios de extrema derecha”, desviándose del aumento de las tasas de criminalidad atribuidas a políticas de inmigración irresponsables.
La respuesta del Primer Ministro a los disturbios del BLM frente a estas protestas antiinmigrantes revela un marcado contraste en cómo se manejan los disturbios civiles, dependiendo de en qué lado del espectro político se encuentre uno.
En este punto, parece que el gobierno apoya a quienes no comparten los valores británicos por encima de sus propios ciudadanos.