De forma sorprendente, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (HHS) extendió la protección de responsabilidad a los fabricantes de vacunas COVID-19 y a quienes administran las inyecciones hasta el 31 de diciembre de 2029. La extensión entrará en vigor el 1 de enero de 2025.
Luego de que a nivel mundial circula información que ridiculiza dolorosamente por los millones de muertos que se han ocasionado a partir de la teoría del COVID 19, la administración Biden toma una última decisión para cerrar las puertas a la liberación ciudadana del fantasma de la pandemia y proteger a los implicados en la misma.
El secretario del HHS, Xavier Beccera, dijo que la extensión es necesaria porque el COVID-19 representa un “riesgo creíble” para la salud pública ahora y en el futuro.
«He determinado que la propagación del SARS-CoV-2 o un virus que muta a partir del mismo y la enfermedad resultante, el COVID-19, constituye un riesgo creíble de una futura emergencia de salud pública», dijo Beccera en el anuncio.
“El desarrollo y el almacenamiento de vacunas, terapias, dispositivos y diagnósticos para la COVID-19 siguen siendo necesarios para que Estados Unidos esté preparado contra la amenaza creíble de una emergencia de salud pública debido a los brotes de COVID-19”, añadió Beccera.