El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha denunciado en un informe que los talibán afganos se financian cada vez más gracias a actividades delictivas entre las que se incluyen los secuestros, la elaboración de heroína y las minas ilegales de esmeralda y rubí.
Según el informe, existe una «nueva escala y profundidad» en la integración de los talibán en círculos criminales «Cada vez más están actuando como ‘padrinos’ mas que como un ‘gobierno a la espera'», ha explicado un grupo de expertos que ha asesorado al Consejo.
El informe de la ONU pide que se apliquen sanciones para desbaratar las actividades criminales talibán y ha advertido de que los combatientes a cargo de negocios ilícitos estarían menos dispuestos a participar en negociaciones de paz, pese a las intenciones de los líderes insurgentes.
«Los miembros talibán involucrados en actividades criminales no se verán beneficiados política o económicamente de cualquier potencial reconciliación entre el Gobierno afgano y los líderes del movimiento talibán», afirma el dossier.
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Entre las actividades que describe el Consejo de Seguridad están la extorsión que sufren dirigentes y empresarios afganos, el contrabando de esmeraldas, gravar la producción de lapislázuli y facilitar la minería ilegal del rubí en las zonas bajo influencia de los talibán cerca de la capital, Kabul.
«La penetración talibán en el sector de los recursos naturales es importante y la extorsión que ejercen es bastante generalizada», denuncia el máximo órgano ejecutivo de Naciones Unidas.
En la pasada Conferencia de Seguridad, Afganistán se unió a la crítica contra la falta de apoyo para la lucha contra el terrorismo en su país. El presidente afgano, Ashraf Ghani, pidió a los líderes presentes en Múnich que actúen contra los talibán.