CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — Después de dos años y medio en la Cámara de Diputados, Silvano Aureoles dejó la Legislatura el jueves pasado para volver a competir por el gobierno de Michoacán, un estado del Pacífico mexicano que enfrenta inseguridad, falta de desarrollo económico y elevada deuda pública.
Aureoles, quien será el candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en las votaciones del próximo domingo 7 de junio, dice ser consciente de que la izquierda es responsable de los problemas en la entidad, donde el perredismo gobernó de 2002 a 2012.
Sin embargo, considera que también son responsables los partidos Revolucionario Institucional (PRI), actualmente en el poder, y Acción Nacional (PAN), que ocupó el gobierno federal de 2000 a 2012, por lo cual en esta contienda no hay justificación para que los aspirantes busquen deslindarse de «culpas».
«En Michoacán, ¿quién pudiera decir, empezando por las grandes fuerzas políticas, que son tercios en Michoacán, quién pudiera decir que está libre de culpa de lo que vive Michoacán? Nadie, mejor asumamos cada quien la responsabilidad que le toca», dijo en entrevista con CNNMéxico.
«Claro que (los perredistas) tenemos que ver con la situación que está, pero hay que corregir lo que no se hizo bien (…) Igual las otras dos fuerzas políticas, uno gobernó y ahora gobierna y los otros gobernaron al país y estuvieron haciendo muchas cosas en la entidad», insistió.
Aureoles, de 49 años, ya compitió en 2011 por el gobierno de Michoacán, cuando quedó en el tercer lugar de la contienda detrás de la panista Luisa María Calderón —quien otra vez será candidata— y del priista Fausto Vallejo, entonces ganador de los comicios y en 2014 sustituido por Salvador Jara por motivos de salud.
Si bien señala que las condiciones de seguridad para estas elecciones son mejores a las de la pasada competencia, también admite que la estabilidad en el estado «está muy sensible» por factores como la actividad de grupos delictivos y conflictos sociales.
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«Sería un grave error para todos, para los michoacanos principalmente, que las fuerzas políticas, sus candidatas o candidatos, en lugar de ser un factor de solución, se conviertan ahora en otro ingrediente de inestabilidad (…) Se requiere construir, se requiere encontrar soluciones a los grandes retos que tiene el estado», dijo.
A juicio del perredista, otro riesgo para la contienda es que el gobierno federal, encabezado por el priista Enrique Peña Nieto, no resista la «tentación» de intervenir en las elecciones para favorecer a su candidato,José Ascención Orihuela.
Aureoles asegura que, en el pasado proceso, el panista Felipe Calderón (2006-2012) intervino para impulsar la candidatura de su hermana, realizando giras por Michoacán en época de campañas o enviado a secretarios de su gabinete a promover acciones de su administración.
«Esa tentación (de intervenir) siempre está presente. ¿Qué esperaría yo ahora? Pues simplemente que nos ajustemos a la regla y que haya piso parejo, esa tiene que ser la demanda principal de todos», dijo.
Sin embargo, cuestionado sobre si llamaría a Peña Nieto a evitar visitar Michoacán en las campañas que se realizarán del 5 de abril al 3 de junio, Aureoles consideró que no es necesario porque el mandatario «está claro» de cuáles son las reglas para la equidad en la contienda.
«Estoy seguro que tanto el presidente de la República como el propio gobernador del estado serán respetuosos de las reglas (…) No creo que yo necesite pedirle eso al presidente de la República. Por lo que tengo de elementos, diré que el presidente está claro de que eso no debe ser por lo delicado de la situación que vive Michoacán. Entonces, tengo yo confianza de que todos acataremos la regla», dijo.
