LAREDO. TX.- La facilidad para conseguir un arma de fuego, cobijada por la segunda enmienda de la Constitución de EU, ha sido factor para que Laredo se convierta en una ciudad donde proliferan personas armadas y sólo del 2012 al 2014, el número de residentes que cuentan con una licencia para cargar una pistola oculta creció en más del 50 por ciento.
En el 2012, de acuerdo a cifras del Departamento de Seguridad Pública Estatal (DPS), un total de 510 laredenses contaban con una licencia del estado de Texas para cargar arma y esta cifra creció a 789 en el 2014, es decir, 279 personas decidieron armarse en dos años.
Aunque casos como el de Nicholas Macario Moreno hace cuatro años y el de Anel y Alison Martínez hace unos días definitivamente impactaron a la comunidad, lo cierto es que cada vez existe un mayor interés por tener un arma de fuego.
Nico Moreno tenía 12 años cuando perdió la vida en marzo del 2011 a manos de su mejor amigo, cuando fue a visitarlo a su casa sólo para terminar con un balazo en el pecho que le infirió un niño de 11 años que tomó la pistola de su padre para jugar con ella.
Los padres del niño que estudiaba en la primaria Borchers señalaron en ese entonces lo blando que son las leyes de Texas para quienes tienen armas de fuego y resaltaron la necesidad de castigar con más dureza a quienes no las guarden bajo llave.
Casi cuatro años después, el pasado 9 de marzo, un desquiciado hombre de 67 años asesinó a balazos a las hermanitas Anel Yuri Martínez de 16 años y a Alison de 6, cuando acudió armado con una pistola calibre .38 a su casa en la cuadra 1800 de Convento.
LA GENTE MATA
José Salvador Téllez, un abogado local, consideró muy lamentable la tragedia de las hermanitas Martínez pero señaló que las armas no matan a las personas, son las personas quienes se matan entre ellas.
“En mi opinión tener armas no es el problema, el problema es la facilidad para conseguirlas y también cuando caen en manos de una persona que hace mal uso de una pistola o de un rifle”, afirmó el especialista en derecho.
Indicó que el gobierno federal debe implementar mayores restricciones para la venta de armas de fuego y el estado debe hacer más énfasis en la necesidad de cursos y de exámenes sicológicos para evaluar a una persona antes de darle una licencia para cargar armas.
“Está demostrado que quienes tienen una licencia no son quienes causan las tragedias sino personas que tienen problemas sicológicos”, aseguró.
Actualmente, bajo las leyes texanas, los mayores de 21 años que no cuenten con récord criminal y aprueben un curso de manejo de armas, pueden conseguir una licencia para cargarlas de manera oculta pagando sólo 140 dólares.
Amparándose en esta legislación aprobada en Texas en 1995, el número de laredenses armados legalmente creció de 407 a 789 en solamente cuatro años.
Sin embargo, para Joe Baeza, vocero del Departamento de Policía, el hecho de tener tantas licencias para cargar armas no es un factor para casos de violencia como el de las hermanas Anel y Alison Martínez.
Most of them are in search of an effective solution. super viagra online CBT – cognitive behavioral therapy – combines cognitive restructuring techniques with some behavioral modification techniques. bulk viagra uk Activity: Sildenafil citrate is thought to be Pde5 blocker chemical that assists in generic tadalafil 20mg order to help a patient heal. It is one of the best ayurvedic remedies for vaginal generic viagra sildenafil discharge problem are very much effective in curing the problem of male impotence.
“La mayoría de quienes tienen una licencia son personas que respetan la ley y respetan el uso de un arma de fuego, las tragedias como la de Anel y Alison son hechos verdaderamente tristes y muy lamentables pero no tienen nada que ver con tener licencia o no”, indicó.
El Mayor Pete Sáenz dijo por su parte que él está a favor de la segunda enmienda constitucional que permite tener un arma en casa para defender no sólo la propiedad sino a la familia y a la vida misma.
“El problema para mí no son las armas sino quiénes y cómo las usan, si se utilizan de manera responsable no deben ocurrir tragedias”, indicó.
Su opinión, se necesita agregar entre los requisitos para tener una licencia de portación de armas, una forma de evaluar el estado mental de las personas.
CAMBIOS LEGISLATIVOS
Para el juez de Paz Héctor Liendo ya es urgente hacer cambios legislativos en las leyes que permiten cargar armas ocultas a fin de exigir una evaluación sicológica a quienes solicitan una licencia en el estado de Texas.
“Tener una arma no es un problema si quienes las tienen respetan la ley y saben usarlas, este derecho constitucional de tener una arma en la casa posiblemente les hubiera salvado la vida a Anel y Alison si sus padres hubieran tenido una pistola en su hogar para defenderse”, mencionó.
En su opinión, hay más aspectos positivos que negativos para cargar y portar una pistola o tenerla en la casa ya que en estos tiempos de más violencia pueden ser fundamentales para proteger la familia y sus bienes.
El también juez de Paz Oscar Liendo dijo que en definitiva, el estado de Texas debe hacer cambios en sus reglamentos para expedir una licencia y asegurarse que quienes puedan cargar una pistola sean personas mentalmente sanas.
“No basta con verificar los antecedentes criminales de un solicitante de una licencia de armas, hay que hacerles exámenes sicológicos para determinar que sean mentalmente competentes y no vayan a cometer una locura”, afirmó.
Sin embargo, los legisladores de Texas en lugar de imponer más restricciones para poder cargar un arma de fuego ahora quieren permitir que las personas puedan portarlas de manera abierta, ya sea en la cintura o bien en una funda.
El diputado Estatal Richard Peña Raymond advirtió que esta reforma a las leyes texanas es casi un hecho porque es una propuesta de un legislador republicano y este partido tiene mayoría tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes.
Si la propuesta se aprueba en Austin, muy pronto será legal y muy común ver a una persona caminando con una gran pistola fajada en su cintura o en una funda emulando los tiempos del viejo oeste.