Túnez, 19 mar (PL) Los servicios de seguridad tunecinos buscan hoy a tres sospechosos de integrar el comando que la víspera mató a 20 extranjeros y dos nativos en un famoso museo de esta capital.
Otros dos hombres miembros del grupo atacante murieron en la operación de rescate de ocho turistas extranjeros tomados en rehén dentro de edificio del Museo de Bardo, una de las atracciones tunecinas del turismo, principal industria económica nacional.
Las autoridades mantienen en reserva la identidad de los dos asaltantes muertos, pero circulan versiones que los ligan a Estado Islámico (EI), que tiene en Al Qaeda en el Magreb Islámico una rama activa en este pequeño y empobrecido país del norte de Africa.
EI es el movimiento extremo que ocupa zonas en Iraq y Siria, tiene seguidores en países del norte y el sur del Sahara y constituye en la actualidad motivo de inquietud para estados del sur de Europa.
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El asalto, en el que murieron turistas sudafricanos, europeos y dos latinoamericanos, evidencia las dificultades que enfrenta el veterano presidente Beji Caid Essebsi, 88 años, para el establecimiento de la calma tras varios años de inquietudes políticas.
Túnez fue el país en el cual comenzó la llamada primavera árabe, cuyo primer resultado fue el término de la dictadura del fugitivo presidente Zine el Abidine Ben Alí, seguido de los disturbios que obligaron a renunciar al expresidente egipcio Hosni Mubarak.
El movimiento, dio el pretexto para intentar el derrocamiento por la fuerza del presidente, Bashar Al Assad, de Siria, país en el cual EI tiene importantes fuerzas, nutridas por extranjeros entre los cuales islamistas tunecinos ocupan un lugar preponderante.