El Gobierno de Estados Unidos dio este jueves un paso más en sus críticas a la retórica del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, durante la campaña electoral. La Casa Blanca abrió la puerta a reducir su sistemática protección diplomática de EE UU a Israel en la ONU después de que, en la víspera de las elecciones del martes, Netanyahu afirmara que si era reelegido no habría un Estado palestino.
“Los pasos que Estados Unidos ha tomado en Naciones Unidas habían estado basados en esta idea de que la solución de dos Estados es el mejor resultado”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, John Earnest, en su rueda de prensa diaria y justo después de que, en una entrevista a la cadena de televisión MSNBC, Netanyahu matizase su opinión. “Ahora nuestro aliado en esas conversaciones ha dicho que ya no está comprometido con esa solución. Eso significa que tenemos que revaluar nuestra posición en este asunto, y eso es lo que vamos a hacer de ahora en adelante”.
El portavoz del presidente Barack Obama ya habló el miércoles de unarevaluación, pero no mencionó su posible impacto en la ONU. EE UU, gracias a su poder de veto en el Consejo de Seguridad, ha frenado recurrentemente iniciativas a favor del reconocimiento de un Estado Palestino.
El pasado diciembre, EE UU votó en contra de una resolución palestina que reclamaba a Israel su retirada de los territorios palestinos a finales de 2017 y entablar una negociación con las autoridades palestinas basada en las fronteras previas a la guerra de 1967.
Hasta ahora, Washington ha justificado su oposición a ese tipo de resoluciones en el argumento de que repercutirían negativamente en el proceso de paz entre Israel y Palestina. Un menor apoyo estadounidense en la ONU derivaría en un mayor aislamiento diplomático de Israel, en un momento en que también crece la oposición en EE UU y Europa a la ampliación de asentamientos israelíes en Cisjordania. Earnest dijo que no aún no se ha tomado una decisión, pero subrayó que las decisiones de EE UU en el pasado “protegieron a Israel del aislamiento en la comunidad internacional”.
En otra muestra del malestar estadounidense, el portavoz minimizó los intentos de Netanyahu de desdecirse de su oposición a un Estado palestino. “Lo que es aparente es que en el contexto de la campaña y mientras era el primer ministro de Israel dio marcha atrás en compromisos que Israel había hecho previamente acerca de una solución de dos estados”, dijo Earnest. “No quiero un solución con un solo Estado, quiero una con dos Estados y que sea sostenible, pero las circunstancias aún tienen que cambiar para que eso sea posible”, había dicho Netanyahu en MSNBC.
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El presidente Obama habló este jueves por teléfono con Netanyahu para felicitarle por su victoria electoral y enfatizar la “importancia” que tiene para EE UU la cooperación con Israel en el ámbito militar, de seguridad e inteligencia, según un comunicado de la Casa Blanca.
Ambos abordaron el “difícil camino hacia adelante” para resolver el conflicto entre Israel y Palestina. Y Obama le reiteró a su compromiso con una solución de dos Estados que resulte en un Israel “seguro” y una Palestina “viable y soberana”.
Washington y Jerusalén mantienen una estrecha relación en materia de seguridad, pero el entendimiento se ha debilitado en los últimos meses. La relación entre Obama y Netanyahu es tirante desde hace tiempo y se agravó a principios de marzo cuando el primer ministro israelí criticó en el Congreso de EE UU -invitado por la oposición republicana y sin avisar a la Casa Blanca- las negociaciones de Washington y otras cinco potencias con Irán acerca de su programa nuclear, cuyo plazo para llegar a un acuerdo termina a finales de mes.
En la conversación telefónica, la primera desde el polémico discurso en el Congreso, el presidente estadounidense insistió en que el objetivo es lograr un acuerdo que prevenga a Irán de obtener un arma nuclear y garantice de un modo “verificable” a la comunidad internacional la “naturaleza exclusivamente pacífica” del programa nuclear de Teherán.