El estado de Misuri (EEUU) ejecutó este martes a Cecil Clayton, un hombre que perdió el 20% del lóbulo frontal en un accidente de trabajo en 1972 y que fue sentenciado a muerte por el asesinato en 1996 de un policía.
Clayton, de 74 años, fue declarado muerto a las 21.21 hora local (03.21 hora española), ocho minutos después de recibir la inyección letal, notificó el Departamento de Correcciones de Misuri.
El ejecutado había sido sentenciado a muerte por el asesinato deChristopher Castetter, policía del condado de Barry, tras una trifulca doméstica entre Clayton y su ex novia.
La ejecución estuvo rodeada de polémica ya que en 1972 el reo sufrió un accidente laboral que obligó a los médicos a extraerle el 20 % del lóbulo frontal.
Según su abogada, Elizabeth Unger Carlyle, la pérdida de parte del cerebro convirtió a Clayton en una persona impulsiva y agresiva, ya que antes del accidente «estaba felizmente casado, llevando una familia y cuidando de su negocio», añadió.
Además, argumentó que Clayton sufría una discapacidad intelectualdebido a ese accidente, por lo que la Constitución estadounidense, a su juicio, amparaba su derecho a no ser ejecutado.
La letrada presentó tres recursos de última hora ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos para evitar el desenlace fatal, pero todos fueron rechazados tras la deliberación de los magistrados, que retrasó en más de tres horas la ejecución.
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«El mundo no es un sitio más seguro tras la ejecución de Clayton», lamentó su abogada en un comunicado.
Clayton se convirtió así en el segundo preso ejecutado este año en Misuri y el décimo en Estados Unidos.
Desde que se reinstauró la pena de muerte en 1976, 1.404 presos han sido ejecutados, 82 de ellos en Misuri.
Revisan el caso de otro condenado
Por otra parte, el Tribunal de Apelaciones Criminales de Texassuspendió la ejecución prevista para este miércoles de Randall Mays, quien fue sentenciado a muerte por el asesinato de dos policías en 2007.
Tal y como había solicitada su defensa, los magistrados acordaron revisar el caso para aclarar si Mays sufre una discapacidad intelectual y por tanto si es apto o no para la pena capital.
La pena de muerte en Texas, el estado de EE.UU. que más presos ejecuta, está en un momento crítico ya que tan solo le queda una dosis de pentobarbital, el medicamento que usa en las inyecciones letales.
