Una turba de hombres ha linchado esta tarde a una mujer en medio de la calle en Kabul, acusada de haber quemado un ejemplar del Corán. Nunca antes había ocurrido algo así en Afganistán, y aún menos en la capital.
Los agresores han pateado a la mujer sin parar mientras yacía en el suelo, y después le han prendido fuego y han tirado el cuerpo al río Kabul, que atraviesa la capital casi sin agua. No se ha podido identificar a la mujer porque el cadáver ha quedado totalmente calcinado, ni tampoco se ha podido confirmar que realmente quemara el libro sagrado del islam, según la policía afgana.
Los hechos han ocurrido cerca de la mezquita de Sha-e- Doh Shamshira, en pleno centro de Kabul, y cuando la calle estaba especialmente transitada. El sábado se celebra el año nuevo afgano y mucha gente acude al centro de la capital estos días para hacer compras.
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Nunca antes en Afganistán una turba incontrolada de hombres había linchado a una mujer en un espacio público. Las ejecuciones públicas de mujeres que han ocurrido en el pasado –siempre de forma ilegal–han contado siempre con el consentimiento de un mulá, quien es quien da la orden de matar a la supuesta acusada.
En Afganistán la religión es sagrada. Cualquier ofensa contra el islam ha generado importantes disturbios en el país.