Catorce personas han muerto por la explosión que ocurrió el jueves en el sureste de México cuando un grupo de personas trataba de extraer combustible de una pipa cisterna que chocó contra unos árboles, informó el martes la fiscalía estatal.
La dependencia informó el martes de la muerte de cuatro hombres, un menor de 15 años entre ellos, que fallecieron en las últimas horas en hospitales de Tabasco. Hasta el lunes, habían fallecido diez personas.
El siniestro ocurrió el jueves en el municipio de Huimanguillo, a 720 kilómetros de Ciudad de México, cuando unos habitantes trataban de robar la gasolina, pese a que las autoridades les advirtieron de que se alejaran del lugar.
Al menos dos personas murieron en el lugar de la explosión, mientras que el resto de las víctimas han fallecido en hospitales locales.
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Entre los muertos, hay cuatro menores de entre 13 y 15 años, mientras que otros tres menores gravemente heridos fueron trasladados al prestigioso Hospital Shriners en Galveston, Texas (sur de Estados Unidos).
Una fuga de gas de un camión cisterna que explotó en enero, mientras descargaba en un hospital de maternidad, destruyó la construcción casi en su totalidad y dejó dos bebés y tres adultos muertos.
En mayo de 2013, otras 25 personas murieron cuando un tanque de gas se desprendió en una carretera del norte de la Ciudad de México, impactando contra casas y automóviles.
Tan sólo en 2014, la petrolera estatal mexicana Pemex identificó 3.674 tomas clandestinas en ductos de todo el país destinadas al robo y reventa de combustible.