El presidente de Irán, Hassan Rouhani, y el canciller, Mohammad Javad Zarif, remarcaron hoy que los ideales de las máximas figuras religiosas del país guiaron las conversaciones nucleares con seis potencias mundiales en Lausana, Suiza.
Las aspiraciones del Imán Khomeini, fundador de la república islámica, y de su sucesor, el líder supremo de la Revolución Islámica, ayatolah Ali Khamenei, sirvieron de pauta a la delegación del país que logró el 2 de abril un acuerdo marco sobre el programa nuclear iraní, aseguró Zarif.
Al hablar en un programa de la televisión estatal, el ministro de Relaciones Exteriores y jefe del equipo negociador nuclear persa calificó de «complicado, conceptual y difícil» el reciente preacuerdo con el Grupo 5+1 (los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania).
«Hemos logrado nuestro objetivo en las conversaciones nucleares. Estados Unidos no podrá imponer más sus demandas sobre la nación iraní», señaló el titular al aclarar que ahora debe seguir el proceso de conversaciones y la redacción del pacto que debe firmarse antes del 1 de julio.
Por su lado, Rouhani puntualizó que las recomendaciones del líder supremo de Irán se tomaron en cuenta para los que consideró logros significativos en las negociaciones nucleares.
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Durante una reunión con ministros y otros miembros de su gabinete, Rouhani agregó que los tres poderes del Estado saludaron los puntos de vista de los funcionarios iraníes en las pláticas de Lausana, y recalcó que las directrices del líder supremo fueron determinantes para el éxito.
Las autoridades persas enfatizaron en que lo pactado en Lausana legitimó, una vez más, el enriquecimiento de uranio en territorio iraní y que el reactor de agua pesada de Arak continúa sus operaciones con tecnología más moderna, además de que hay otras plantas nucleares en Fordo y Natanz.
Tras considerar un gran logro defender los derechos del país en la mesa de diálogo con seis potencias mundiales, Rouhani aseveró que el acuerdo final garantizará una situación prometedora para ejecutar la economía de resistencia, uno de los pilares de su administración.
Entretanto, el vicecanciller Abbas Araqchi, miembro del equipo negociador, rechazó declaraciones y documentos emitidos por la Casa Blanca que aluden al levantamiento gradual de las sanciones económicas al país, pues el pre-acuerdo de Lausana deja claro que se eliminarán de una vez cuando se firme el pacto.
