Decenas de personas se manifestaron hoy en el centro de la ciudad estadounidense de Los Ángeles, portando ataúdes que simbolizaban a más de 600 muertos en incidentes con policías.
Los manifestantes escenificaron los incidentes al tirarse en la calle y simular haber sido tiroteados, y otros colocaron carteles en forma de lápidas con nombres de personas fallecidas a manos de agentes del orden.
En las protestas, realizadas en el centro de la ciudad, activistas denunciaron que desde el 2000 han muerto 617 personas a manos de agentes del orden, lo que da un promedio de un deceso por semana.
El incidente más reciente ocurrió hace unas semanas, cuando un indigente forcejeó con agentes que pretendían detenerlo, y que fue muerto cuando según los policías pretendía arrebatarles un arma.
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El activista Michael Aguilar aseguró que la situación es preocupante, «porque la mayoría de los que han fallecido son de las minorías hispanas y afroamericanas, lo que muestra un grave perfil racial en la policía».
La marcha en contra de la brutalidad policiaca se efectuó cerca del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD, por sus siglas en inglés).
Entre los carteles, además de nombres y fechas en que murieron algunas de las presuntas víctimas, destacaba uno enorme que decía «Recuérdenme. Fui asesinado por un policía».