BUFFALO, Nueva York, EE.UU. (AP) — Los padres que encabezan el movimiento para boicotear los exámenes normalizados en Nueva York afirman que oponerse a que sus hijos los presenten podría ser más útil para la educación de los menores que las pruebas mismas.
Mientras más de un millón de estudiantes del tercer al octavo grados se alistan para hacer sus evaluaciones de Inglés del martes al jueves, decenas de miles más tienen previsto no efectuarlas, con autorización de sus padres, con el objetivo de lograr un cambio en la política estatal.
Los padres inconformes y los sindicatos magisteriales afirman que las pruebas y el tiempo dedicado a prepararlas socavan la instrucción creativa, y que vincular los resultados a las clasificaciones anuales de los maestros y las escuelas sólo ha agravado el problema.
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«En lugar de que la atención se centre en el estudiante en la escuela, ahora se centra en el examen», agregó.
El año pasado, unos 49.000 alumnos no efectuaron el examen de conocimientos del idioma inglés, conocido como ELA, y unos 67.000 no participaron en los de matemáticas, según el Departamento de Educación del estado.