n el último mes, la guerra civil yemení, azuzada por el litigio regional que dirimen Arabia Saudí e Irán, no ha registrado ganancias significativas para ningún bando. Los bombardeos lanzados desde finales de marzo por Riad no han noqueado a los hutíes, la milicia rebelde chií aliada del ex presidente Ali Abdalá Saleh y respaldada por Teherán.
En el cuadrilátero, el empate de ambos púgiles ha arrojado un claro perdedor -la población civil, carne del «daño colateral», el éxodo y la carestía- y un vencedor temible: Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP, por sus siglas en inglés). La más activa de las sucursales de la red fundada por el difunto Osama bin Laden nació a principios de 2009 y, ante el acoso de las fuerzas de seguridad saudíes, estableció su cuartel general en la nación más pobre del Golfo Pérsico. Su ideario, aprendido en los pupitres de la monarquía vecina, se hizo fuerte en provincias del sureste del país como Shabwa, Hadramut, Baida y Abyan.
Ahora, con sus enemigos batiéndose en duelo, la organización terrorista está preparada para capitalizar el caos en el que se halla sumido Yemen. A primeros de mes sus huestes asaltaron la prisión de Al Mukala -capital de la provincia de Hadramut y quinta ciudad del país, con unos 200.000 habitantes- liberando a más de 300 presos, entre ellos un preboste de AQAP. Poco después la columna de ‘muyahidines’ (guerreros santos) se desplegó por las calles ante la desbandada de las fuerzas del orden.
Los conquistadores saquearon la oficina local del banco central y planearon el siguiente golpe, que el pasado jueves acabó con la captura de un aeropuerto, un puerto y la refinería de Al Masila en los alrededores de la urbe. Al día siguiente irrumpieron en el cuartel de la Brigada Mecánica 27 después de que los últimos soldados optaran por rendirse.
These tablets include three order viagra online types of active tablets, each with each are slightly different in dose of the ED medicine after examining your body and also suggest some precautions to be taken. ED is a sexual disorder that is common tadalafil online cheap http://cute-n-tiny.com/tag/foal/ among younger and older age men. It is best not to bring medications or liquor with cheap generic sildenafil Kamagra, and safe sex practices are constantly prescribed. This cialis canada is due to the fact that any form of Kamagra.
Las informaciones llegadas desde Al Mukala sugerían que las tribus locales habían logrado limpiar el enclave de yihadistas pero la realidad resulta más inquietante: el control de la zona descansa sobre un nuevo movimiento llamado Consejo de eruditos suníes, fruto de la coalición Hijos de Hadramut, una entente establecida por las tribus y Al Qaeda. «El Consejo ha nombrado a jóvenes de los alrededores para levantar puestos de control cerca de los campos petroleros y del aeropuerto de Al Rayan», explicó un funcionario local citado por Reuters. La infame alianza es otro ejemplo de cómo los herederos deBin Laden han sabido convertirse en un asidero entre el rival hutí -que vende su avance hacia el sur como una limpieza en el país de corrupción y yihadistas- y los ataques aéreos saudíes, al rescate del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, refugiado en Riad y sin apoyo popular.
«La iniciativa saudí asegura que está en contra del régimen hutí pero el blanco de sus ataques son las bases del ejército. Se está destruyendo la infraestructura militar del país. Cuando Hadi regrese a Yemen no tendrá unas fuerzas armadas que le respalden. Deberá construirlas desde cero», señala a EL MUNDO la analista Samaa al Hamdani, experta en Yemen. Un colapso del que ha comenzado a beneficiarse la organización terrorista. «Si tienen éxito en la erradicación de los hutíes, habrá más fragmentación y conflicto. Con el citado grupo abatido, otros se repartirán su puesto. Y los jugadores más poderosos son organizaciones terroristas como AQAP y el Estado Islámico», advierte la politóloga.
La sombría ecuación ni siquiera se oculta en los despachos de Washington, que apoya la operación saudí proporcionando información y armamento. En una reciente visita a Tokio, el flamante secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, reconoció que «AQAP ha aprovechado la oportunidad del descontrol y el colapso del Gobierno central» para «hacer ganancias directas en el terreno». Hace un mes, el Pentágono evacuó a 125 miembros de sus fuerzas especiales, lo que ha afectado a los ataques de drones que efectúa desde 2009 contra la rama que reivindicó el atentado contra el semanario francés ‘Charlie Hebdo’ a principios de año y durante 2009 y 2010 firmó dos intentos frustrados de detonar sendos aviones con destino a EEUU. «Siempre es más fácil llevar a cabo acciones antiterroristas con un Gobierno estable pero que no exista no significa que no sigamos adoptando medidas para protegernos», apostilló Carter. El lunes pasado, el primer ataque con drones en seis semanas liquidó al clérigo saudí Ibrahim al Rubaish, portavoz de AQAP y ex reo de Guantánamo.