La policía francesa interroga hoy a tres presuntos cómplices de Sid Ahmed Ghlam, el joven imputado de planificar un atentado frustrado contra varias iglesias de esta capital.
Los ADN de dos de los sospechosos de complicidad fueron encontrados en la casa de Ghlam. Los agentes piensan que el tercero apoyó en la logística.
El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, comunicó el miércoles último el arresto del joven estudiante de informática de 24 años que, según lo informado, planeaba el mencionado atentado.
El detenido era conocido de los servicios de inteligencia por su intención de viajar a Siria para unirse a los yihadistas.
La detención se produjo en el distrito 13 de la llamada Ciudad Luz. «Se trataría de un islamista radical en posesión de un importante arsenal compuesto de varias armas de guerra», apuntó Cazeneuve.
Poseía un arsenal de armas de guerra, pistolas, munición, teléfonos, documentación sobre sus planes de atentado y chalecos antibalas en su vivienda y en su auto.
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Ghlam también es sospechoso de la muerte de Aurélie Châtelain, hallada muerta el 19 de abril en un vehículo cerca de París.
La bala que mató a la joven de 32 años fue disparada con una de las pistolas que tenía Ghlam. Su ADN fue encontrado en el auto de la mujer asesinada.
Tras lo sucedido, el sistema nacional de alerta de Francia, Vigipirate, en elevados niveles desde los atentados de principios de año en esta capital, se centra en la protección de lugares de culto católico.
Por su parte, el presidente François Hollande, consideró esencial mejorar los servicios de inteligencia, una declaración en clara referencia a un polémico proyecto de ley sobre el tema actualmente examinado en la Asamblea Nacional.
Los franceses lo perciben útil y a la vez temen restricciones a la libertad. Diversos sectores de la sociedad opinan que su aprobación supondría autorizar prácticas de espionajes con el alegado objetivo de combatir el terrorismo.
