Durante la marcha conmemorativa del Día del Trabajo en Oaxaca, trabajadores sindicalizados del gobierno estatal cometieron actos de vandalismo quemando ataúdes, uniformes y gorras frente a la sede del Palacio de Gobierno.
En tanto, activistas y anarquistas integrantes del denominado «bloque negro», quemaron con gasolina la puerta de acceso a la sede del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y realizaron pintas en la fachada del edificio.
En un primer escenario, los sindicalizados del gobierno de Oaxaca, inconformes con el aumento salarial alcanzado en la última mesa de negociación con autoridades estatales, marcharon y quemaron ataúdes, gorras y uniformes, frente a la sede del Palacio de Gobierno para exigir la renuncia de su dirigente Noé Cruz Pinacho.
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Los inconformes acusan a su líder de haber recibido sobornos de parte del secretario de Administración del Gobierno Estatal, Alberto Vargas, para aceptar un incremento salarial de 4.2 por ciento y 2.8 a prestaciones, lo que califican de insuficiente y como el más bajo obtenido en los últimos años.
En tanto, un grupo de anarquistas que portaban ropas oscuras y paliacates en el rostro, y que participaban en la marcha de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), realizaron pintas en la fachada de las oficinas del PRI estatal, y quemaron la puerta principal arrojando bombas molotov con gasolina.
