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MORELIA, MICHOACÁN, 27 DE MAYO DEL 2015.- Luego de que se diera a conocer un caso más de corrupción en contra del abanderado del PRD a la gubernatura de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, éste desestimó el asunto y asegura que se trata de un resentimiento de su acusador por no haber sido favorecido con una candidatura.
Cabe señalar que fue el perredista presidente municipal de Áporo, Pedro Guzmán González, quien hizo pública su preocupación por que llegue al poder Aureoles Conejo y compañía, porque según su dicho en una entrevista radiofónica en Ciudad Hidalgo, la gestión para municipios del candidato como Diputado, dependió siempre de los «moches» que se les dieran a sus amigos a través de obras.
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No obstante, Silvano continúa en posición de que se trata de parte de la guerra sucia que se emprendió en su contra al ver su repunte en las encuestas que se han publicado por parte del propio PRD.
En entrevista con medios de comunicación estatales, el aspirante a Gobernador de Michoacán dejó claro que no hay motivo real para que el edil en mención haga las acusaciones que realizó, pero que no le afectarán en el resultado del próximo 7 de junio.
Por su parte Guzmán González asegura que a su municipio sólo se le autorizaron 3 millones de pesos para obra pública en contraste con más de 130 millones que recibieron aquellos ayuntamientos que sí «jalaron» con el moche que se les pidió a través de la adjudicación de obras para constructoras de amigos cercanos del candidato, entre la que destaca la de Pascual Sigala Paez, próximo diputado local del PRD.
