El peso a la baja, el crecimiento a la baja y el precio del petróleo a la baja. Todo cayó esta última semana. El viernes, el dólar en ventanillas sumó una semana entera de marcas históricas: el lunes cerró en 16.77 pesos y para el viernes alcanzó los 17.28. Mientras el interbancario se ubicó en el último día de la semana en 16.9115, luego de haber iniciado la semana en 16.4190 pesos por unidad.
Por su parte, el precio del petróleo también ha alcanzado mínimos no vistos desde el 2009. Para la agencia especializada Reuters, el barril de West Texas Intermediate (WTI) consiguió su octava semana de retrocesos, la racha a la baja más duradera desde 1986. El viernes, la mezcla mexicana se ubicó en los 37.50 pesos por barril.
La crisis de sobreproducción a nivel mundial y la oleada de caídas de las cotizaciones en todo el mundo causada por las preocupaciones sobre el estado de la economía de China, tuvieron un efecto en el precio del combustible que se ha devaluado en un 70% en más de un año.
En ese contexto, el exceso de oferta sigue sin encontrar solución, mientras los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no se decidan a reducir la producción y de acuerdo con el diario estadounidense The Wall Street Journal.
El economista Jonathan Heath aseguró que lo que enfrentamos es una desaceleración importante y un estancamiento en las actividades secundarias.
“Entonces por eso estaremos viendo cómo se combina todas estas diferentes variables, si podemos empezar a crecer o seguir creciendo igual o si las cosas se combinan de manera negativa pues puede que comience la desaceleración”, declaró.
Banco Base señaló que la depreciación del peso respondió a datos negativos en China, y recordó que el país asiático atraviesa por un periodo de desaceleración económica, con datos débiles de exportaciones y producción industrial, lo que afecta el apetito por riesgo de los inversionistas con activos de economías emergentes.
En tanto, el crudo ligero estadounidense alcanzó un máximo de seis años y medio de duración a la baja por primera vez desde el 2009. Esto ha hecho daño a México, cuya exportación más importante es el petróleo crudo.
La producción de petróleo ha continuado bajando este año en medio de recortes presupuestales y una serie de accidentes en instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que desafía el pronóstico del gobierno para la empresa petrolera estatal de revertir una caída de 10 años en la producción.
“El bajo precio del petróleo pega a la capacidad del gobierno para invertir y no tiene forma de impulsar el crecimiento; sin embargo, estamos en un entorno muy complejo porque a nivel internacional se han disminuido las operaciones y esto retrasa las inversiones”, agregó Leticia Armenta Fraire, directora del Centro de Análisis Económico del Tecnológico de Monterrey.
El vicepresidente del Comité de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) detalló que la baja en minería se debe a la reducción del petróleo, lo que tendrá un efecto negativo en la economía y el gasto; sobre el sector construcción dijo que después de la crisis del 2013 empezó a recuperarse, pero que otra vez va a la baja, y sobre manufactura, expuso, que se ha estancando principalmente por los índices en Estados Unidos que generan que no se exporte como antes.
Al respecto, afirmó que para tener una mejoría, Estados Unidos tiene que empezar a crecer para poder seguir exportando, mientras que para las inversiones debe detenerse la incertidumbre por el tipo de cambio para que los empresarios dejen de inhibirse.
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