Con petardos y cohetones, personas encapuchadas, que se ocultaron entre los manifestantes pacíficos, atacaron un restaurante de pollo frito y una cafetería, ubicados ambos sobre el inicio de avenida Juárez.
Además, un policía de tránsito sufrió heridas en la cabeza.
Los agentes capitalinos, que acompañan la marcha desde el Auditorio Nacional, reaccionaron con enojo ante estos hechos y solicitaron a los mandos policíacos que los dejaran intervenir.
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Incluso, se armaron con piedras y se quejaron de que sus mandos no los dejaron actuar: «Parece que están esperando que nos arranquen la cabeza», dijo uno de ellos.
En el restaurante de comida rápida se encontraban personas que habían estado en la movilización en apoyo a los normalistas desaparecidos, los cuales deslindaron al movimiento de la acción tomada por los encapuchados.
