El secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, acusó a Rusia de lanzar sus primeros ataques aéreos en Siria en una zona donde no hay yihadistas del Estado Islámico (EI), sino otros opositores al régimen de Bashar al-Assad.
«Rusia está echando gasolina al fuego en Siria», afirmó Carter en rueda de prensa en el Pentágono, tras considerar que la estrategia rusa «está condenada a fracasar».
El gobierno ruso notificó a Estados Unidos con una hora de anticipación la realización de unas 20 misiones de bombardeo a blancos del EI, pero funcionarios estadounidenses mantienen que los ataques fueron en la provincias de Homs y Hama, donde no hay militantes del EI.
«Una de las razones por las cuales la posición de Rusia es contradictoria es que (lo hicieron) en lugares donde no está presente el EI. Otros están presentes. Y es una de las razones por las cuales el resultado será inflamar la guerra civil en Siria», alertó Carter.
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El secretario estadounidense de Defensa consideró errónea la decisión de Rusia de apoyar militarmente al presidente sirio Al-Assad, sin buscar paralelamente una salida política.
Aunque el presidente estadounidense Barack Obama ha acusado a su homólogo sirio de ser un «tirano» y ha pedido su renuncia, en los últimos días ha moderado su postura y ha hablado de la posición de una «transición controlada» para Siria.
Carter declinó responder de manera directa a la pregunta sobre si Estados Unidos tiene la responsabilidad de proteger militarmente a los opositores de Al-Assad que no sean combatientes del Estado Islámico.