Desde la Presidencia de Porfirio Díaz (1876-1911), México no había tenido un gobierno tan desconectado como el de Enrique Peña Nieto. Al menos así lo considera Tony Payán, director del Centro de Estudios sobre México del Baker Institute for Public Policy de la Universidad de Rice, en Estados Unidos.
El experto en estudios fronterizos anticipa que México terminará el 2015 en una situación “muy precaria” motivada por el divorcio que existe entre la sociedad civil y el gobierno federal que en lugar de escuchar las demandas ciudadanas y mostrar sensibilidad ante los problemas que presenta el país “parece que vive en mundo diferente al del resto de los mexicanos en el que no existe la pobreza, la necesidad, no entienden las condiciones de la clase baja, pero tampoco las aspiraciones de la clase media, no habíamos tenido una clase política así desde la época de Porfirio Díaz”.
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“La diferencia entre Felipe Calderón (Presidente entre el 2006 y 2012) y Peña Nieto es que Calderón pensaba que el Estado estaba amenazado en su integridad por el crimen organizado, pero el de Peña piensa que está amenazado por la sociedad civil y empieza a ver como enemigos a movimientos como los de los padres de los 43 normalistas. El último reporte que acabo de ver es que el presupuesto de seguridad del Estado para rastrear a los grupos de presión se ha sextuplicado, es decir, a quienes han dedicado el tiempo y los sistemas las agencias de inteligencia del país es a la sociedad y no a los grupos criminales”, expuso.