Los programas educativos implementados por el gobierno federal, como el combate a la obesidad y al “bullying”, así como la educación sexual, han sido un fracaso y así lo muestran los resultados.
Alrededor de 3 mil alumnos de educación básica presentan obesidad o sobrepeso; tres de cada 10 jóvenes son víctimas de acoso y ya son 2 mil 700 adolescentes embarazadas (menores de 19), de acuerdo con la estadística de la Secretaría de Salud.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del INEGI arrojó que el 20% de la población infantil tamaulipeca sufre de obesidad, y el Estado ha sido catalogado como el primer lugar nacional en obesidad de todas las edades.
La Jurisdicción Sanitaria de Nuevo Laredo aseguró que 28 por ciento de los estudiantes de nivel básico tienen kilos de más, situación preocupante que deja mucho que pensar de los programas de nutrición escolar implementados y de la iniciativa de ley que prohíbe la comida chatarra en las escuelas desde el 2010.
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“Hay padres de familia que aún cuando conocen nuestros esfuerzos por educar a sus hijos en la buena alimentación, les procuran comida chatarra a la hora del recreo”, dijo un profesor.
En el caso del bullying, el año pasado hubo seis denuncias por agresiones entre estudiantes de nivel medio superior, los que requirieron asesoría psicológica, pero se sospecha de más casos que han quedado en el olvido por no existir una cultura de
denuncia.