Grupos de camioneros brasileños iniciaron hoy una huelga en carreteras de varios estados del país para exigir mejores condiciones laborales, una protesta que amenaza con provocar desabastecimiento y caos como el que se produjo en una manifestación similar ocurrida a principios de año.
El desacuerdo con el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff para mejorar las condiciones de trabajo provocó que grupos de camioneros iniciaran sus protestas y bloquearan carreteras de los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro, Bahía, Minais Gerais, Paraná, Santa Catarina y Tocantins.
Entre las peticiones de los manifestantes figuran la rebaja en el precio del diesel, ayudas crediticias para renovar la flota de vehículos y la estandarización de las remuneraciones en todo el país.
De acuerdo con Notimex, el gobierno de Rousseff, que ya enfrenta una huelga de los trabajadores del sector petrolero que redujo en un 10 por ciento la producción de crudo, ordenó a su gabinete que trabaje para terminar con el paro, ante el eventual impacto para la economía, muy afectada ya por la recesión del 3.0 por ciento.
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La huelga amenaza con provocar una interrupción en el transporte de mercancías entre regiones estratégicas de Brasil –sobre todo zonas industriales y productoras agrícolas-, según el Comando Nacional del Transporte, una organización no sindical que coordina la huelga.
Varios grupos sindicales de camioneros rechazaron sumarse al paro, mientras la policía brasileña trata de que la huelga no afecte al transporte de mercancías, ya que en Brasil un 60 por ciento de los bienes son transportados por carretera.
El pasado mes de febrero una huelga de camioneros independientes ya afectó al tráfico de mercancías, cuando miles de kilómetros de vías rápidas del país y el puerto de Santos –el mayor de América Latina- fueron bloqueados por los transportistas.
