Haciendo a un lado las preocupaciones por su seguridad, el Papa Francisco llegó el miércoles a Kenia en su primer viaje a África y pidió a los kenianos trabajar por la paz y el perdón, entre una oleada de violencia extremista en el continente que amenaza con perturbar su viaje, según informó Associated Press.
Francisco fue recibido por el presidente keniano Uhuru Kenyatta y un grupo de canto y baile tradicional en el aeropuerto Internacional de Jomo Kenyatta, donde inició su viaje de seis días que también lo llevará a Uganda y la República Centroafricana, un país en pugna entre cristianos y musulmanes.
Al preguntarle durante el viaje si le preocupaba su seguridad, Francisco respondió con su típico humor: «Me preocupan más los mosquitos».
Pero fue mucho más serio durante su discurso a Kenyatta y el cuerpo diplomático del país en la Cámara baja de Nairobi, donde exhortó a todos los kenianos a trabajar por la paz y el perdón para sanar las divisiones étnicas, religiosas y económicas.
«La experiencia demuestra que la violencia, los conflictos y el terrorismo que se alimentan del miedo, la desconfianza y la desesperación nacen de la pobreza y la frustración», le dijo a su audiencia que aplaudió cálidamente.
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Francisco no hizo referencia directa al ataque del 2 de abril por extremistas islámicos que dejó a 150 personas muertas en una universidad mayoritariamente cristiana en Garissa, pero es probable que el jueves insista en la necesidad de un diálogo entres creencias cuando se reúna con líderes cristianos y musulmanes, y después con jóvenes kenianos que luchan por vivir con sus creencias ante la amenaza del grupo extremista responsable del ataque a Garissa, Al Shabab.
Kenyatta tampoco hizo referencia al ataque, pero habló en general de la amenaza que representan los extremistas islámicos quienes el miércoles atacaron Túnez luego de los recientes atentados de Mali y París.
«Al luchar en esta guerra, los eventos recientes alrededor del mundo sin duda nos han enseñado que debemos hacer aun más para lograr unidad y comprensión entre fes, entre etnias y entre razas, pero también entre países», dijo.
El objetivo de Francisco es llevar el mensaje de paz y reconciliación a África, pero también enfatiza algunos temas cercanos a su corazón como la lucha contra la pobreza, la protección al medio ambiente y el buen gobierno.
Francisco exhortó a los líderes políticos, sociales y económicos de trabajar con «integridad y transparencia» por el bien común, una clara referencia a la corrupción en Kenia. La organización Transparencia Internacional catalogó a Kenia en el puesto 145 de 174 países más corruptos del mundo, mientras los críticos del presidente de Uganda Yoweri Musevni denuncian que la mala administración ha empeorado durante sus tres décadas de gobierno.
Luego de visitar el barrio Kangemi de Nairobi el viernes, Francisco se dirigirá a Uganda donde rezará en un santuario dedicado a los más venerados mártires de la nación y oficiará una misa en su honor.
El Vaticano ve a África como el futuro de la Iglesia, dada que la proporción de africanos en el total de católicos a nivel mundial aumentó de 7 por ciento a 16 por ciento entre 1980 y 2012, de acuerdo con un informe de este año del Centro de Investigación Aplicada al Apostolado, un centro afiliado a la Universidad Georgetown en Estados Unidos.