
Los diputados se comprometieron en un nuevo código de ética a evitar el consumo exagerado de alcohol antes de las sesiones parlamentarias, a no proferir insultos y a ser puntuales.
Estas obligaciones fueron incorporadas en un nuevo código de ética aprobado en la Cámara de Diputados, que se inspira en principios como la «legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia».
Otros aspectos que obligan a los legisladores en esta normativa no obligatoria son evitar acoso laboral y sexual, hacer gestiones para beneficio personal y recibir regalos que condicionen su desempeño.
El decálogo incluye asimismo la recomendación de «evitar actitudes de abuso de poder» y mostrar «buen comportamiento mediante la declaración de interés».
Actualmente, está en proceso de debate la creación de un Sistema Nacional Anticorrupción en el país, que ya fue plasmado en la Constitución, pero debe ahora agregarse a las leyes secundarias.
Con el Código de Conducta se pretende «generar mayor aceptación entre la sociedad» pues las encuestas revelan que los legisladores figuran entre los sectores que gozan de los peores índices de confianza entre los mexicanos, junto con los partidos políticos.
Los propios diputados como Ernestina Godoy criticaron el nuevo código y dijeron que desprende un «tufo conservador» y corre el riesgo de convertirse en «letra muerta».